El problema de la inmigración es una creciente amenaza para las esperanzas de reelección del presidente de EE. UU., Joe Biden. Junto con la economía, es una preocupación dominante para los votantes en la mayoría de las encuestas, y la gran mayoría desaprueba la forma en que Biden lo está manejando. Impulsados por el creciente conflicto o la inestabilidad en sus países de origen y atraídos por la brecha de empleo post-pandemia en EE. UU., los inmigrantes han cruzado la frontera sur en números sin precedentes en los últimos tres años. Esos números comenzaron a aumentar en 2018, cuando los centroamericanos huyeron de una serie de crisis complejas, y luego cayeron drásticamente en 2020 gracias a las restricciones de la era pandémica. Comenzaron a subir nuevamente a partir de 2021. Más de 6,4 millones de migrantes han sido detenidos mientras cruzaban ilegalmente a EE. UU. durante la administración de Biden. Muchos de ellos son liberados en los Estados Unidos para esperar procesamiento, lo que a veces lleva años. En 2023, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EE. UU. (CBP) registró un récord de casi 2,5 millones de “encuentros” en la frontera sur, con 302,000 de ellos solo en diciembre. Desde entonces, las llegadas de migrantes han disminuido drásticamente, con estadísticas recientemente publicadas por CBP que muestran que solo hubo alrededor de 179,000 “encuentros” de migrantes registrados en abril. Sin embargo, los expertos advierten que esta tasa más lenta no es sostenible.
