Informe del viernes – The New York Times

Donald Trump ha sido condenado por los 34 cargos de felonía en un caso penal derivado de un pago de dinero para silenciar a una estrella porno en la víspera de las elecciones de 2016. Es el primer presidente estadounidense en ser declarado un delincuente, una mancha que llevará mientras busca recuperar la presidencia.

Los 12 neoyorquinos que conformaron el jurado escucharon semanas de testimonios sórdidos que describían negociaciones de tabloides, un encuentro sexual entre Trump y la estrella porno Stormy Daniels, y el pago de $130,000 que la mantuvo en silencio.

Los fiscales sostuvieron que Trump había cometido un fraude contra el pueblo estadounidense, argumentando que había falsificado registros relacionados con el reembolso de su ex abogado, Michael Cohen, quien la pagó de su propio bolsillo.

Después de escuchar el veredicto, Trump no reaccionó visiblemente, informó mi colega Jonah Bromwich desde la sala del tribunal. Pero una vez afuera, recitó una lista de quejas ya conocidas: que el juez estaba sesgado, que los fiscales llevaron el caso para mantenerlo fuera de la Casa Blanca, y que se le debería haber concedido un cambio de sede debido a la inclinación liberal de Manhattan. “El verdadero veredicto será el 5 de noviembre, por el pueblo”, dijo Trump.

La decisión del jurado es un momento imborrable en la historia de Estados Unidos, concluyendo el único de los cuatro casos penales contra Trump que probablemente llegue a juicio antes del Día de las Elecciones. La sentencia está programada para el 11 de julio, cuatro días antes del comienzo de la Convención Nacional Republicana.

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Detalles: La condena por felonía conlleva una pena de hasta cuatro años tras las rejas, pero es posible que Trump nunca vea el interior de una celda de prisión. Podría recibir libertad condicional, y seguramente apelará el veredicto. Podrían pasar años antes de que se resuelva el caso.

Pero sin importar la sentencia, nada impide que un delincuente se postule para presidente o sirva en la Casa Blanca. Y Trump ya está aprovechando el veredicto para su campaña, presentándose como la víctima de un complot demócrata. Poco después de ser declarado culpable, la campaña de Trump envió un correo electrónico de recaudación de fondos llamándolo un “preso político”.

Si el expresidente es condenado a prisión, el Servicio Secreto —que por ley debe proteger a los expresidentes— lo acompañaría. Así es cómo podría ser eso.

La administración Biden ha decidido permitir a Ucrania atacar dentro de Rusia con armas fabricadas en EE. UU. con el objetivo de frenar los ataques de Rusia en el área de Kharkiv, dijeron altos funcionarios estadounidenses ayer.

La decisión sigue a semanas de discusiones con los ucranianos después de que Rusia iniciara un gran asalto en Kharkiv, la segunda ciudad más grande del país. La autorización estadounidense está destinada únicamente para ataques a sitios militares en Rusia que estén siendo utilizados para atacar el área de Kharkiv.

El ejército ruso ha estado golpeando la zona alrededor de la ciudad con artillería y misiles disparados o lanzados desde territorio ruso, y los ucranianos han pedido a los estadounidenses que les den mayor margen de acción, dijo un funcionario estadounidense.

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Los líderes de la OTAN, Francia y Alemania habían instado recientemente a EE. UU. a tomar esa decisión. En las discusiones internas de la administración, Antony Blinken, el secretario de Estado, también respaldó la medida.

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El nuevo Museo Banksy de la ciudad de Nueva York no posee ni exhibe ningún Banksy real, solo reproducciones. Cobra $30 por entrada, igual que el Met, pero incluso en el sentido amplio de la palabra, no es realmente un museo.

Pero es un experimento interesante: ¿La arte callejero sigue funcionando cuando se retira de la calle? ¿Puede un artista ser ant-establishment mientras sigue obteniendo millones de dólares en subastas?

En última instancia, el Museo Banksy es el tipo de cosa que Banksy mismo podría producir para burlarse de la fetichización del mercado del arte callejero. En muchos aspectos, este esfuerzo demuestra su punto: el arte se ha vuelto inseparable del comercio.

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