Se avecina una batalla legal sobre la congelación de fondos de Trump. Varios estados planeaban ayer presentar una demanda para bloquear la orden del presidente Trump de congelar billones de dólares en subvenciones y préstamos federales. El movimiento, parte de un esfuerzo por remodelar el gobierno a su imagen, siguió a recortes en la ayuda internacional introducidos la semana pasada.
La administración Trump instruyó a organizaciones en otros países a dejar de distribuir medicamentos contra el VIH comprados con ayuda estadounidense, incluso si los medicamentos ya se habían obtenido y estaban en clínicas locales. Varias organizaciones humanitarias en Ucrania dijeron que se habían visto obligadas a suspender operaciones que incluyen la entrega de asistencia a veteranos de guerra y personas desplazadas internamente.
Y en Vietnam, Camboya y Laos, donde las bombas sin explotar de Estados Unidos de la Guerra de Vietnam siguen matando personas hasta el día de hoy, el Departamento de Estado dijo que estaba suspendiendo programas mundiales de desminado durante al menos tres meses.
Mi colega Edward Wong, corresponsal diplomático, dijo que líderes de organizaciones de ayuda le dijeron que nunca habían visto nada tan amplio como esta suspensión de la ayuda estadounidense.
“Muchos programas”, me dijo Edward, “no podrán mantener la integridad de sus proyectos si se detienen ahora y luego esperan reiniciar su trabajo más tarde, si es que se les permite reiniciar”.
En los EE. UU.: La orden de Trump detuvo el flujo de dinero a las oficinas estatales para Medicaid, el programa que proporciona atención médica a millones de estadounidenses de bajos ingresos, entre otros servicios.