Una madre y su hijo se han visto obligados a vivir en su coche en Tenerife después de que okupas se apoderaran de su hogar, provocando indignación entre los lugareños.
La Laguna, Tenerife, ha estallado en controversia después de que una madre, de 62 años, y su hijo discapacitado, de 35 años, se hayan visto obligados a vivir en su coche.
La pareja fue concedida una vivienda social, pero esta fue ocupada por okupas antes de que pudieran mudarse.
Ubicada en la autopista de Rosario, la madre llegó a la instalación junto con un trabajador en enero.
Sin embargo, al llegar se dieron cuenta de que ya había gente dentro que había burlado la puerta ‘antiokupas’.
La víctima, una mujer desempleada con beneficios mínimos, dice que la situación ha sido “muy difícil”.
Afortunadamente, el Instituto Canario de la Vivienda (Icavi) y Visocan (asociación de vivienda del consejo canario) han encontrado otro hogar para la familia.
Aunque la madre ha expresado su gratitud, dice que aún se siente “insegura” después de pasar tanto tiempo en la calle.
Originalmente le concedieron la vivienda en noviembre, con una fecha de mudanza en Navidad.
Sin embargo, no recibió luz verde para mudarse hasta enero, cuando descubrió a los okupas.
Visocan ha asegurado que “hacen todo lo posible” para garantizar que tales situaciones no ocurran.
La mujer se encontró en esta precaria situación después de ser estafada al intentar comprar un piso en la zona de Barranco Grande.
Desde junio, ha estado deambulando por las calles y buscando ayuda donde pueda.
“No puedo pasar más tiempo en mi coche”, le dijo a El Día. “Me siento como un desecho en la calle. Es demasiado para una persona, solo quiero un lugar al que llamar hogar y volver a mi vida normal”