El Gobierno Balear planea destinar 15 millones de euros de los ingresos del impuesto turístico a la demolición de alojamientos turísticos obsoletos o abandonados.
La propuesta del ministerio de turismo se presentará para su aprobación en la reunión de la Comisión del Impuesto del Turismo Sostenible a finales de octubre. Es muy probable que sea aprobada.
El objetivo principal, al parecer, es que los lugares demolidos se conviertan en espacios públicos – jardines, parques o instalaciones sociales. Existe la posibilidad de construir viviendas sociales. Sin embargo, se dice que esto choca con la conveniencia de tener alojamientos residenciales en centros turísticos. Las condiciones para garantizar la convivencia entre residentes y turistas podrían no aplicarse.
Se han señalado cuatro propiedades. Estas son el Hotel Teix en Magalluf, el Hostal Colón en Peguera, los Apartamentos Topaz en Calas de Mallorca y un proyecto en Sant Antoni en Ibiza.
El Ayuntamiento de Calviá ha aprobado los planes para Teix y el Colón, y el Teix de hecho fue identificado por el gobierno anterior en su plan (no llevado a cabo) para eliminar hoteles obsoletos. El principio clave tanto entonces como ahora es la transformación hacia un modelo turístico de mayor calidad.
A pesar de la conveniencia en términos de convivencia, se podría argumentar que la vivienda es la prioridad más apremiante. Independientemente de la propuesta del impuesto turístico, existe, por ejemplo, el caso de la Posada de Verano en Alcudia, que el ayuntamiento quiere adquirir para su demolición con la intención de crear un espacio público. Su ubicación es tal que no habría problema de convivencia.
También cabe destacar que ha habido intentos legislativos para la conversión de hoteles obsoletos en alojamientos residenciales. A pesar de la falta de éxito con estas iniciativas, han establecido un principio diferente, centrado en las viviendas.