Un importante destino turístico español se prepara para duplicar su impuesto turístico en medio de crecientes tensiones entre locales y visitantes.
El gobierno catalán anunció ayer una nueva legislación que duplica los impuestos turísticos en la región como un intento de abordar el turismo de masas.
Según algunos informes, podría aumentar hasta los 15€ por noche en los hoteles de cinco estrellas de Barcelona.
Al menos el 25% de los ingresos se destinará a nuevas políticas de vivienda, para aliviar la crisis de vivienda de la región.
Impulsada por el gobierno catalán y la rama local Sumar, Comuns, la medida comienza desde 1,20€ en alojamientos básicos y campings.
En Barcelona, las tarifas pueden subir hasta los 6€ por noche.
En la ciudad, los impuestos turísticos comienzan en 2€ y a pesar de que algunos informan que podrían aumentar hasta 15€, la cifra confirmada hasta ahora es de 7€.
El año pasado, Cataluña recaudó 90 millones de euros con esta medida, frente a los 85 millones de 2023.
Según esta trayectoria, se espera que ingresen 200 millones de euros cada año.
Las medidas también invitaron a los ayuntamientos a decidir sus propias tasas de impuestos turísticos, como ya hace la capital catalana.
Después de meses de negociaciones, las nuevas regulaciones fueron acordadas este jueves y se espera que sean aprobadas pronto.
A pesar de las críticas de los hoteleros, el gobierno ha defendido la decisión, diciendo que “hará más bien que mal”.
Un cuarto de las ganancias se destinará a medidas para proporcionar viviendas asequibles a jóvenes y personas vulnerables.
También se ha modificado la regulación del Fondo para la Promoción del Turismo, lo que significa que las autoridades locales pueden asignar fondos a políticas de vivienda, promoción económica y diversificación cultural.
Otro cambio sustancial es que los municipios pueden aprobar un recargo sobre las tarifas establecidas, como hace Barcelona.
La capital catalana espera recaudar 115 millones de euros al año, 20 millones más que los 95 millones de 2024.
Los hoteles de Barcelona alcanzaron un récord de facturación de 2,2 mil millones de euros el año pasado y la ciudad tiene la intención de utilizar este dinero adicional para cubrir los costos de limpieza y seguridad, así como para invertir en la Fira de Barcelona.
Los impuestos también aumentarán para los pasajeros de cruceros, que pagarán entre cuatro y seis euros dependiendo de las horas que permanezcan en suelo catalán.
La nueva tributación también contribuye al acuerdo alcanzado esta semana entre el Gobierno y Comuns para asignar varias parcelas públicas a la construcción de 1.200 viviendas públicas en diferentes áreas de Cataluña: Terrassa, Llança, Barcelona, Sant Vicenç de Castellet, Esplugues, Girona, Tarragona, Xerta, Prades y Figueres.