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Cómo tu dosis diaria de café podría estar afectando tu salud cardiovascular
Crédito: Shutterstock
Nuevas investigaciones realizadas en la India plantean preguntas sobre los efectos a largo plazo de la cafeína en la salud del corazón.
Para muchos, la cafeína es una necesidad diaria: el impulso para comenzar la rutina matutina o un estimulante durante el día. Pero beber más de 400 mg de cafeína al día, aproximadamente equivalente a cuatro tazas de café, podría afectar silenciosamente tu corazón, advierten los investigadores.
Consumo crónico de cafeína: la amenaza silenciosa para la salud del corazón
Un estudio liderado por el Colegio Médico Zydus en Gujarat ha relacionado el uso habitual de cafeína con cambios en el sistema nervioso autónomo, que controla la frecuencia cardíaca y la presión arterial. Con el tiempo, esta interrupción podría llevar a una presión arterial elevada y a tasas cardíacas más rápidas, incluso en individuos sanos.
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“Nuestros hallazgos sugieren que el consumo constante de cafeína puede interferir con los mecanismos naturales del cuerpo para controlar la presión arterial y la frecuencia cardíaca”, explica la investigadora principal, la Dra. Nency Kagathara.
La investigación examinó a 92 participantes sanos de entre 18 y 45 años, comparando los efectos de la cafeína en sus sistemas cardiovasculares durante una prueba de escalón de tres minutos. La presión arterial y la frecuencia cardíaca se midieron uno y cinco minutos después del ejercicio.
Los hallazgos clave incluyen:
Casi el 20% de los participantes consumían más de 400 mg de cafeína al día a través de bebidas como café, té, refrescos y bebidas energéticas.
Aquellos que consumían más de 600 mg al día experimentaron tasas cardíacas y presión arterial significativamente más altas incluso después de descansar.
El mayor consumo de cafeína era más común entre las mujeres en entornos urbanos que trabajaban en empleos de alto estrés.
Cafeína y salud del corazón: mitos vs. hechos
El papel de la cafeína en la salud del corazón es un tema muy debatido entre los investigadores. Mientras que este estudio destaca su potencial para elevar la presión arterial, investigaciones anteriores han pintado un panorama más matizado:
Riesgos para ciertos grupos: Estudios previos encontraron que la cafeína podría duplicar el riesgo de muerte cardiovascular en personas con hipertensión severa, pero el mismo riesgo no se observó en individuos con presión arterial normal.
Posibles beneficios: Algunos estudios sugieren que el consumo moderado de café podría reducir el riesgo de enfermedades cardíacas, demencia e incluso ciertas condiciones neurodegenerativas como el Parkinson.
Esta evidencia mixta subraya la importancia de personalizar las recomendaciones dietéticas. Lo que funciona para una persona puede no ser adecuado para otra, especialmente cuando entran en juego condiciones de salud preexistentes.
La batalla global contra la hipertensión
La hipertensión es un asesino silencioso que afecta a más de 1.28 mil millones de personas en todo el mundo, según la Organización Mundial de la Salud. Muchas personas permanecen sin diagnosticar o sin tratamiento, especialmente en países de ingresos bajos.
Aunque la cafeína no es la única contribuyente, es uno de muchos factores que pueden elevar la presión arterial. Otras elecciones de estilo de vida, como una dieta alta en sodio, el consumo de alcohol y la falta de ejercicio, también juegan un papel.
Los expertos recomiendan adoptar hábitos saludables para el corazón, como:
Reducir el consumo de cafeína a niveles moderados.
Aumentar la actividad física.
Optar por una dieta equilibrada y baja en sal.
Monitorear regularmente la presión arterial.
La cafeína no es inherentemente dañina, pero un consumo excesivo puede presentar riesgos, especialmente para aquellos con afecciones cardíacas no diagnosticadas. La Dra. Kagathara concluye: “Crear conciencia sobre los posibles efectos cardiovasculares del consumo regular de cafeína es fundamental. Pequeños cambios en los hábitos diarios pueden contribuir significativamente a promover una mejor salud del corazón.”
Por lo tanto, aunque tu taza de café matutina no necesite desaparecer, vale la pena reconsiderar cuántas consumes.
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