La bienvenida de Vladimir Putin a Nicolás Maduro de Venezuela fue cálida, pero se fue con las manos vacías. Venezuela ha criticado la decisión de Brasil de vetar su admisión al grupo Brics de economías emergentes. El Ministerio de Relaciones Exteriores de Venezuela describió el movimiento como una “agresión inmoral”. Las relaciones entre los dos gobiernos de izquierda han empeorado desde las elecciones presidenciales disputadas en julio en Venezuela. El presidente Nicolás Maduro aseguró que había sido reelegido, a pesar de la evidencia de que el opositor Edmundo González ganó por un gran margen. El presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva inicialmente apoyó a Maduro, pero finalmente dijo que no aceptaría los resultados oficiales hasta que se publicara un desglose de la votación. Varios gobiernos extranjeros han dicho que creen que la oposición ganó las elecciones en Venezuela, pero no reconocen a González como presidente. “El Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil ha decidido mantener el veto que [el ex presidente brasileño] Jair Bolsonaro ha aplicado contra Venezuela durante años, reproduciendo el odio, la exclusión y la intolerancia promovidos desde los centros de poder en Occidente”, dijo el Ministerio de Relaciones Exteriores de Venezuela en un comunicado. “El pueblo venezolano siente indignación y vergüenza por esta inexplicable e inmoral agresión”, agregó. Venezuela había hecho un gran esfuerzo para unirse al Brics, con Maduro incluso haciendo una aparición sorpresa en la cumbre en la ciudad de Kazán y declarando que su país era “parte de la familia Brics”. El presidente ruso, Vladimir Putin, anfitrión de la cumbre, dijo que estaba de acuerdo con la posición de Venezuela, pero agregó que solo podría unirse al Brics si había consenso a favor entre sus miembros. “Conocemos la posición de Brasil. No estamos de acuerdo, Venezuela está luchando por su supervivencia”, dijo Putin en una conferencia de prensa el jueves. Dijo que discutió el tema con Lula cuando hablaron por teléfono esta semana. Lula tenía previsto viajar a Rusia para la cumbre, pero canceló el viaje después de sufrir un accidente en casa el sábado. Putin agregó que trabajaría para ayudar a los dos vecinos sudamericanos a mejorar sus relaciones. Los Brics comenzaron como un grupo que une a Brasil con Rusia, India, China y Sudáfrica. Sin embargo, el año pasado, los miembros originales acordaron admitir a varios nuevos miembros, incluidos Egipto, Etiopía, Irán y los Emiratos Árabes Unidos. Lula es un apasionado defensor de los Brics como medio para reformar la gobernanza global y dar una mayor voz al mundo en desarrollo. Ha criticado la “parálisis” de las instituciones globales, mientras elogia la expansión de los Brics como fortalecimiento de la lucha por perspectivas más diversas. Pero otros observadores argumentan que los Brics están paralizados por sus propias contradicciones internas, con Rusia en guerra en Ucrania, mientras que China e India tienen sus propias disputas mutuas. La última cumbre de los Brics en Kazán se vio como una oportunidad para que el presidente Putin demostrara que los intentos de aislar a Rusia por su invasión de Ucrania habían fracasado. Sin embargo, en sus intentos por fortalecer el grupo como contrapeso al mundo liderado por Occidente, también ha expuesto otras divisiones, dejando las relaciones entre Brasilia y Caracas en su punto más bajo desde la reelección de Lula hace dos años.