El Parkinson es un trastorno neurodegenerativo que afecta a millones de personas en todo el mundo. Se caracteriza por síntomas motores como temblores y movimientos lentos, pero también incluye síntomas no motores como el deterioro cognitivo y, sorprendentemente, pérdida de audición.
Estos síntomas no motores a menudo aparecen años antes de los problemas motores más reconocibles, lo que los convierte en indicadores valiosos de riesgo. Un estudio publicado en Parkinsonism & Related Disorders, utilizando datos del Biobanco del Reino Unido, reveló un aumento del 57% en el riesgo de Parkinson por cada aumento de 10 decibelios en la pérdida de audición basal.
Esto significa que incluso pequeñas dificultades para entender el habla entre ruido podrían indicar un mayor riesgo de desarrollar Parkinson. Investigaciones anteriores también mostraron que la pérdida de audición duplica o incluso triplica el riesgo de demencia. La hipótesis de la “causa común” sugiere que tanto la pérdida de audición como la demencia surgen de los mismos procesos subyacentes de la enfermedad.
Estas vías compartidas, incluida la disfunción mitocondrial y cambios en ciertas proteínas, también están implicadas en la enfermedad de Parkinson. Por lo tanto, la posibilidad de que la pérdida de audición sea un indicador temprano de Parkinson se vuelve aún más convincente.
Cómo está vinculado el deterioro de la audición al riesgo de enfermedad de Parkinson?
El estudio de Parkinsonism & Related Disorders investigó la relación entre el deterioro de la audición, medido a través de una prueba de habla en ruido, y el desarrollo de Parkinson. El estudio reveló una fuerte correlación entre una audición deficiente y una mayor probabilidad de ser diagnosticado con Parkinson.
• Amplios datos respaldan los hallazgos: los investigadores analizaron datos de 159,395 individuos, siguiéndolos durante un período de más de 14 años para ver quién desarrollaba Parkinson. Una de las principales fortalezas de este estudio es su gran tamaño de muestra y su largo período de seguimiento.
• Pérdida de audición como factor de riesgo independiente: al ajustar factores como la edad, el sexo y la educación, el estudio buscaba aislar el efecto del deterioro de la audición en el riesgo de Parkinson, fortaleciendo el argumento de que la pérdida de audición podría ser un factor de riesgo independiente para la enfermedad. Esto sugiere que la conexión entre la audición y el Parkinson no es simplemente coincidencial sino probablemente indicativa de mecanismos subyacentes compartidos.
• Implicaciones para la detección temprana y la atención: según la autora del estudio Megan Readman del departamento de psicología de la Universidad de Lancaster, “Estos hallazgos son increíblemente importantes; en primer lugar, este es uno de los primeros estudios que analiza cómo las deficiencias auditivas pueden aumentar el riesgo de Parkinson o ser una señal de advertencia temprana de Parkinson.
En segundo lugar, como sugieren nuestros hallazgos, la pérdida de audición está íntimamente relacionada con el Parkinson, por lo que puede ser beneficioso que el funcionamiento auditivo y el manejo de la discapacidad auditiva se consideren en el momento del diagnóstico y la atención de seguimiento.”
Para obtener más información sobre los orígenes del Parkinson y sus conexiones más profundas con la salud en general, lea “La investigación muestra los orígenes de la enfermedad de Parkinson en el intestino”.