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Riera-Marsá, aquí hay un nombre que significará algo para los residentes de Puerto Alcudia de toda la vida, y no solo porque hay una avenida que lleva el nombre de Nicolau Riera-Marsá. Nicolau, o Nicolás, fue una de las figuras clave involucradas en el proyecto Ciudad de los Lagos desde los años sesenta, propiedades residenciales y todo. El fallecido Graham Philips trabajó con Nicolau. Él era director de ventas. En 1970, el primer año de negocio, vendieron más de un millón de libras en propiedades.
Así que eso es un poco de historia. En el presente, Pablo Riera-Marsá es CEO de Sea Club, ubicado justo en lo que fue ese proyecto de los años sesenta. Desde 2022 es presidente de la Asociación Hotelera de Alcudia-Can Picafort, una agrupación algo peculiar dada la presencia de Playa de Muro entre Alcudia y Can Picafort. Peculiar o no, la alianza se basaba en la fuerza de los números. Cuanta más representación, más poderosa es la voz, y en tiempos recientes la asociación se ha vuelto cada vez más vocal.
Ya sea por coincidencia o por diseño, los hoteleros han tenido su opinión respecto a los chiringuitos de la playa en Alcudia y a la antigua central eléctrica. Ahora también se han involucrado en lo que ha estado ocurriendo en el ayuntamiento: el despido del concejal de turismo, Juan Mateu Gual, y la revelación de que un pago de 254,000 euros no se ha realizado a los organizadores del triatlón Ironman 70.3 celebrado en Puerto Alcudia en mayo.
En 2023, los hoteleros estaban lejos de estar felices con la falta de avances en los chiringuitos de la playa, y le hicieron saber esto a la nueva alcaldesa, Fina Linares, de forma clara. Se puede asumir que también se lo hicieron saber a Gual. Pero ¿cómo era la relación entre los hoteleros y el concejal? Hago esta pregunta debido a un punto que mencionó Linares al explicar su despido. La alcaldesa se refirió a una “pobre relación” con ciertas entidades del sector turístico. ¿Era la asociación de hoteleros una de estas entidades? A nivel local, esta, la asociación de restaurantes y Alcudiamar probablemente sean las tres más importantes; la autoridad portuaria podría ser otra. Linares sugirió que el desarrollo de proyectos turísticos había sido “seriamente obstaculizado” por esta mala relación.
Solo se puede especular sobre estas entidades. Mientras tanto, no hay que adivinar en cuanto a los 254,000 euros, cuya factura se presentó en el ayuntamiento en julio de 2024. El procedimiento normal debería haber sido el pago en un plazo de 90 días. La factura no fue firmada por el concejal hasta el 12 de enero de este año, momento en el que no había crédito (o crédito suficiente) en el presupuesto del departamento de turismo para pagarlo. ¿Fue esto simplemente un descuido? Una factura de ese monto y relacionada con un evento de alta prestigio no es, se pensaría, algo que se pasaría por alto.
Linares ha hablado de evidencia de “clara incompetencia” en la gestión del pago de esta factura. Sin embargo, una pregunta que se debería haber hecho es cuándo se dio cuenta de la falta de pago. Los principales patrocinadores de Ironman son Zafiro, una empresa hotelera con fuertes vínculos con Alcudia. ¿No hubo contacto con el ayuntamiento después de que expiraran los 90 días? Si lo hubo, ¿fue solo con Gual?
Pablo Riera-Marsá ha expresado su confianza (esperanza) en que “cualquier obstáculo” se resolverá rápidamente y que el decimocuarto Ironman en Alcudia se llevará a cabo según lo planeado en mayo y “con el mismo o mayor éxito que los anteriores”. Ha enfatizado el hecho de que este es uno de los triatlones más establecidos en España y Europa. En 2024 hubo 3,800 participantes de 70 países. El evento, según su estimación, generó más de diez millones de euros.
Hay personas locales que consideran que Ironman es un fastidio, pero no se puede dudar de su impacto beneficioso. Esto no solo viene de los participantes. Están las familias de los participantes, sus amigos. Están todas las personas involucradas en la logística. Es un evento enorme, que aporta mucho prestigio. Los hoteleros obviamente se benefician mucho, pero no son los únicos. Tienen todo el derecho de estar furiosos si, por cualquier motivo, la falta de pago de una factura pone en peligro la celebración de Ironman en Alcudia.
Entonces, Riera-Marsá confiará en que el ayuntamiento pueda realizar alguna maniobra contable para que la factura se pague pronto. Los medios para hacer esto incluyen encontrar fondos de otros departamentos o un recurso frecuentemente utilizado por los ayuntamientos, el de la modificación de crédito. El dinero se encontrará. Pero mientras tanto, se ha causado daño.
También mientras tanto, el ayuntamiento está llevando a cabo una investigación interna sobre presuntas irregularidades. En pocas palabras, estas se refieren a reclamaciones hechas por Gual por gastos que aparentemente carecían de “justificación adecuada”. Estos ascienden a unos seis mil euros en taxis y 18,000 euros en restaurantes. De estos últimos, se ha revelado que una factura fue de 250 euros en Celler La Parra en Puerto Pollensa. Esto se relacionaba, según se afirma, con un almuerzo para empleados en el Ayuntamiento de Alcudia.
Gual, por su parte, ha negado rotundamente las acusaciones de uso indebido de fondos municipales. Tras su despido, dijo que las facturas por gastos para asistir a eventos relacionados con la promoción de Alcudia. Estos fueron “auditados y aprobados correctamente por los órganos competentes”. La alcaldesa, afirmó, lo acompañó en todos los eventos que corresponden a estos gastos. “Las actividades siempre contaron con la participación de la alcaldesa. Por lo tanto, no solo estaba al tanto de los gastos, sino que también fue la generadora de los gastos sobre los que se han sembrado sospechas”.
Linares insiste en que solo compartió seis de los doce viajes realizados por el concejal y que nunca estuvo con él en taxis o restaurantes. Aparte de la defensa de la alcaldesa, ella y el Partido Popular se encuentran en algo así como un aprieto político. Gual es de Vox, y Vox mantiene que las acusaciones son “infundadas”. Pero mientras se dice que este apoyo de los miembros del partido provino de Vox en el ayuntamiento, parece que fue en realidad de la dirección de Vox en las Baleares.
El asunto aparentemente ha llamado la atención de la dirección nacional de Vox, que se dice está enojada con Linares por haber despedido a Gual y haber hecho un problema de los pagos supuestamente irregulares. Así que todo el asunto ya se ha vuelto complicado a nivel político y puede complicarse más si las investigaciones del ayuntamiento indican que puede haber motivos para involucrar a la Fiscalía. Los hoteleros estarán entre aquellos que solo esperan que el asunto se calme, que se pague la factura y que Ironman no se vea afectado. Si no, su voz será aún más fuerte. Y no estarán solos.
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