Un padre de 43 años fue fatalmente baleado por la policía en Las Vegas después de llamar al 911 en busca de ayuda mientras luchaba contra un intruso en su casa. La familia de Brandon Durham, incluida su hija de 15 años que estaba escondida en una habitación cercana cuando su padre fue asesinado, ha pedido que el oficial sea despedido. La hija adolescente de Durham dijo que estaba “asqueada” con la policía de Las Vegas, ya que lo trataron como “el sospechoso” y no como “la víctima”. Un abogado de Alexander Bookman, el oficial que disparó a Durham, dijo que no cometió ningún delito. El incidente de la semana pasada puso de nuevo en el foco los tiroteos policiales, ocurriendo días antes de que el Departamento de Justicia abriera una investigación sobre la muerte de Sonya Massey, quien fue fatalmente baleada en julio por un oficial dentro de su casa en Illinois. El Departamento de Policía Metropolitana de Las Vegas dijo que Bookman, de 26 años, había sido puesto en licencia administrativa pagada mientras realizan una revisión interna del incidente del 12 de noviembre. Durham llamó al 911 para informar que dos personas estaban disparando afuera y tratando de entrar en su casa, dijo la policía en un comunicado de prensa. Los agentes que respondieron al informe encontraron autos con ventanas rotas afuera. También notaron daños en la casa y escucharon gritos desde el interior, lo que llevó a Bookman a derribar la puerta principal para entrar. Las imágenes de la cámara corporal liberadas por la policía muestran a Bookman caminando por la casa con su arma desenfundada, mientras se pueden escuchar gritos y golpes fuera de la vista. Al girar en la esquina de un pasillo en forma de L, el oficial encuentra a un Durham sin camisa luchando por un cuchillo con una mujer con pasamontañas, identificada más tarde como Alejandra Boudreaux. Bookman grita: “Oye, suelta el cuchillo, suelta el cuchillo”, segundos antes de disparar a Durham y enviarlo a él y a Boudreaux al suelo. Bookman luego dispara cinco disparos más a Durham y dice “levanta las manos”, mostraron las imágenes de la cámara corporal de la policía. Durham fue declarado muerto en el lugar. Boudreaux fue arrestada y acusada de cuatro cargos, incluido allanamiento de morada con un arma mortal. “Estoy asqueada de cómo la Policía Metropolitana le dijo a mi padre, después de matarlo, que se quedara abajo”, dijo la hija de Durham a las noticias locales. “Estoy asqueada de que la Policía Metropolitana permitirá que viva sin padre por el resto de mi vida”. El abogado de la familia ha pedido una orden de arresto inmediata para Bookman. “A diferencia de un caso civil, en el que se cuestiona la negligencia de una persona, los casos penales requieren pruebas de la intención criminal de una persona”, dijo David Roger, asesor general de la Asociación de Protección de la Policía de Las Vegas, en un comunicado a CNN. “Si bien la muerte de Durham es trágica, el oficial Bookman estaba haciendo su trabajo y no tenía la intención de cometer un delito”. Citando un informe policial, los medios de comunicación locales dijeron que Durham y Boudreaux habían estado previamente en una relación romántica. El subsheriff Dori Koren dijo que la policía no encontró un arma en la escena, a pesar de múltiples informes de disparos. Los detalles similares entre la muerte de Durham y la de Sonya Massey, la mujer de Illinois que fue baleada y asesinada por la policía en su casa después de llamar en busca de ayuda, han renovado los llamados a la reforma policial.
