Un hombre de Asturias que robó el cuerpo de su madre y lo llevó a casa, le dijo a la policía que lo hizo para demostrar que ella estaba muerta después de fallecer repentinamente.
El hijo fue al cementerio de San Cristóbal en Avilés el sábado y retiró el cadáver.
Los fiscales dijeron que el hombre había sido afectado emocionalmente por la muerte de su madre y un juez lo liberó con la condición de que no repita la ofensa.
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CEMENTERIO DE SAN CRISTÓBAL
Los procedimientos por profanación de tumbas todavía están abiertos y el tribunal dijo que se tomarían “otras medidas” si vuelve a ocurrir.
El incidente ocurrió el sábado al mediodía, con testigos presenciales diciendo que el hombre entró en el área en un estado agitado y se dirigió a la tumba de su madre.
Ella falleció la semana pasada y él gritó que la habían sacado de su casa sin permiso.
Quitó las flores de la tumba y forzó la entrada a la urna funeraria para sacar el ataúd, que arrastró hasta su coche.
Alguien intentó disuadirlo pero él se puso aún más angustiado.
Reclinó los asientos del coche para colocar el ataúd y condujo a casa.
El párroco fue notificado y reportó el extraño evento a la Policía Nacional, quienes arrestaron al hombre en su casa.
El ataúd fue devuelto al cementerio y colocado de nuevo en la urna por segunda vez.
Eso no fue el fin del asunto, ya que bajo una orden judicial, el cuerpo tuvo que ser retirado nuevamente y trasladado a una funeraria para ser identificado formalmente por médicos policiales.
Una vez que se estableció la identidad, fue enterrado por tercera vez en la urna.