La Vicepresidenta Harris culpó el martes al ex presidente Trump por la restrictiva ley del aborto en Georgia después de un nuevo informe que encontró que la muerte relacionada con un aborto en el estado era “prevenible”. ProPublica publicó un informe el lunes que reveló que una madre de 28 años de Georgia murió después de no recibir atención por una infección debido a la ley del estado. El informe dijo que la mujer no debería haber muerto, citando un comité oficial del estado, añadiendo que los expertos que examinaron las muertes relacionadas con el embarazo “consideraron la suya ‘prevenible’ y dijeron que el retraso del hospital en realizar el procedimiento crítico tuvo un ‘gran’ impacto en su resultado fatal”. “Esta joven madre debería estar viva, criando a su hijo y persiguiendo su sueño de asistir a la escuela de enfermería”, dijo Harris en un comunicado. “Esto es exactamente lo que temíamos cuando Roe fue derogado. En más de 20 estados, las prohibiciones de aborto de Trump están impidiendo a los médicos brindar atención médica básica. Las mujeres se están desangrando en los estacionamientos, son rechazadas en las salas de emergencia, pierden la capacidad de tener hijos nuevamente”, agregó. “A las sobrevivientes de violación e incesto se les dice que no pueden tomar decisiones sobre lo que sucede después con sus cuerpos. Y ahora las mujeres están muriendo. Estas son las consecuencias de las acciones de Donald Trump”. Harris también argumentó que las libertades restauradas están en juego en las elecciones de 2024, advirtiendo que Trump firmaría una prohibición nacional del aborto. Trump se negó a comprometerse a vetar una prohibición nacional del aborto durante el debate presidencial de la semana pasada. “Debemos aprobar una ley para restaurar la libertad reproductiva. Cuando sea presidenta de los Estados Unidos, la firmaré con orgullo. Las vidas dependen de ello”, dijo Harris. Georgia tiene una prohibición del aborto a las seis semanas, que la Corte Suprema de Georgia en octubre de 2023 declaró constitucional y se mantendría en vigor. El fallo declaró que el acceso al aborto en el estado seguirá siendo restringido y la mayoría de los abortos seguirán siendo ilegales una vez que un médico pueda detectar la actividad cardíaca fetal, que suele ser alrededor de las seis semanas de gestación. La senadora Elizabeth Warren compartió el informe de ProPublica el lunes, destacando que “su muerte era prevenible”. Enlace de origen.