El ministro de seguridad nacional de extrema derecha de Israel, Itamar Ben-Gvir, lideró un grupo de sus seguidores en oración el martes en un lugar sagrado en Jerusalén que es venerado tanto por judíos como por musulmanes, violando un acuerdo político histórico y recibiendo condenas en Israel y de todo el mundo.
El Sr. Ben-Gvir fue visto en videos en línea cantando canciones en el lugar sagrado, el Monte del Templo, donde se encontraban dos antiguos templos judíos. El sitio es conocido por los musulmanes como el complejo de la Mezquita de Al-Aqsa y el lugar desde donde el Profeta Mahoma ascendió al cielo. El acuerdo de larga data que rige el sitio es que los judíos pueden visitarlo pero no orar allí, y gran parte de la comunidad internacional no reconoce la reclamación de Israel sobre Jerusalén Este, donde se encuentra el sitio. “Nuestra política es permitir la oración”, dijo el Sr. Ben-Gvir en un video que publicó.
El propósito de la visita también fue político. En el video, el Sr. Ben-Gvir agregó que Israel debe ganar la guerra en Gaza en lugar de asistir a reuniones en Egipto y Qatar, en referencia a las próximas negociaciones de alto el fuego programadas para el jueves. “Este es el mensaje: podemos derrotar a Hamas y llevarlo a sus rodillas”, dijo.
El Sr. Ben-Gvir y una multitud estimada en aproximadamente 2,000 inflamaron las tensiones con líderes de todo el mundo y en Israel.
El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, criticó al Sr. Ben-Gvir el martes, en el último signo de fricción entre los miembros de la frágil coalición gobernante del país.
“Es el gobierno y el primer ministro quienes determinan la política en el Monte del Templo”, dijo la oficina del Sr. Netanyahu en un comunicado, señalando que no había una “política individual” para ningún ministro y que la decisión del Sr. Ben-Gvir representaba “una desviación del statu quo”.
Las acciones fueron tomadas en todo el mundo como una provocación, especialmente dado que los diplomáticos han estado luchando por calmar las tensiones en Medio Oriente y esperando que un acuerdo de alto el fuego entre Israel y Hamas evite una escalada adicional del conflicto tras los asesinatos el mes pasado de un comandante de Hezbollah en Líbano y un líder de Hamas en Irán. Israel ha reivindicado la responsabilidad por la muerte en Líbano y se cree ampliamente que estuvo detrás de la de Irán. Tanto Irán como Hezbollah han prometido tomar represalias.
En una sesión informativa con periodistas el martes, Vedant Patel, un portavoz adjunto del Departamento de Estado, calificó las acciones del Sr. Ben-Gvir de “inaceptables” y señaló que la medida “distrae” de los esfuerzos por alcanzar un acuerdo de alto el fuego “en un momento vital”.
Catar, que ha estado entre las naciones que medían las negociaciones entre Israel y Hamas, condenó las oraciones en el lugar sagrado como un ataque “a millones de musulmanes en todo el mundo”. Advirtió en un comunicado de su Ministerio de Relaciones Exteriores el martes que la medida podría afectar negativamente las conversaciones de alto el fuego.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Arabia Saudita también emitió un comunicado condenando la decisión del Sr. Ben-Gvir. Calificó la medida de “una provocación a los sentimientos de los musulmanes en todo el mundo, especialmente en medio de la guerra continua y los actos de violencia contra los palestinos desarmados”.
Josep Borrell Fontelles, alto comisionado de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, también emitió un comunicado “criticando enérgicamente” las “provocaciones” del Sr. Ben-Gvir. Y el Ministerio de Relaciones Exteriores de Francia lamentó la desobediencia del Sr. Ben-Gvir a una “prohibición de larga data de la oración judía en la mezquita de Al-Aqsa”, instando a Israel a respetar el statu quo. “Esta nueva provocación es inaceptable”, dijo el ministerio francés.
Durante años, el gobierno israelí ha permitido silenciosamente que los judíos oren en el sitio, pero en los videos del lugar el martes, se ve a docenas de visitantes judíos postrándose completamente en oración. Algunos funcionarios religiosos dentro de Israel expresaron alarma por la flagrante violación.
Moshe Gafni, presidente del partido religioso Judaísmo Unido de la Torá, dijo que el Sr. Ben-Gvir estaba dañando al pueblo judío y desafiando los dictámenes de generaciones de los principales rabinos de Israel. Michael Malchieli, ministro de Asuntos Religiosos de Israel y miembro del partido ultraortodoxo Shas, dijo que las acciones del Sr. Ben-Gvir eran una “provocación innecesaria e irresponsable contra las naciones del mundo”.
El Sr. Ben-Gvir, un colonizador cuyas responsabilidades gubernamentales incluyen la supervisión de la policía, no ha sido discreto sobre sus objetivos expansionistas u su oposición a un estado palestino. Se opone firmemente a un alto el fuego con Hamas, y su decisión de liderar un grupo al sitio sensible para orar justo cuando se reanudaban las negociaciones subrayaba las discrepancias dentro de Israel sobre la sabiduría de llegar a un acuerdo y detener la guerra en Gaza.
Se cree que hay alrededor de 115 rehenes, muertos y vivos, todavía retenidos en Gaza. Familiares de los rehenes acusaron el martes al Sr. Ben-Gvir de intentar repetidamente obstaculizar un acuerdo de alto el fuego, diciendo que el ministro estaba poniendo en peligro las posibilidades de traer a sus familiares cautivos de vuelta a casa.