Un guardia de seguridad que fue despedido por ver pornografía en un teléfono móvil de trabajo fue injustamente despedido, según el Tribunal Supremo del País Vasco.
El hombre de A Coruña ha sido reinstalado y recibió €7,500 en compensación.
El tribunal determinó que la empresa de seguridad Trisquel Protección violó su privacidad al rastrear el historial de su teléfono de trabajo sin permiso.
La empresa tampoco le había informado que el teléfono era solo para uso empresarial.
Los jueces vascos afirmaron: “Por sí solo, ver contenido sexual durante las horas de trabajo en algunas ocasiones no puede considerarse una grave violación de la buena fe contractual y una causa culposa de despido del empleado infractor”.
La sentencia también señaló la falta de una política de la empresa sobre advertir a los trabajadores sobre el riesgo de despido si se les encuentra viendo pornografía durante el turno.
El tribunal afirmó: “Los empleadores deben establecer criterios para el uso de teléfonos móviles respetando siempre los estándares mínimos de protección de la privacidad de acuerdo con el uso social y los derechos reconocidos constitucional y legalmente”.
Agregó que los representantes de los trabajadores deben participar en la formulación de dichos criterios.
El tribunal escuchó que la gerencia de Trisquel Protección había revisado el teléfono del guardia de seguridad después de que otros empleados que lo usaban se quejaron de que funcionaba más lentamente de lo habitual.
Encontraron las páginas pornográficas, las vincularon al trabajador y lo despidieron de la empresa.