Orihuela pagó 77.000 euros en bonificaciones a funcionarios que hicieron perder a la ciudad 7,5 millones de euros en fondos europeos. La administración de Emilio Bascuñana distribuyó bonificaciones por productividad en 2018, 2019 y 2022 a más de una docena de funcionarios que trabajaban en subvenciones destinadas a revitalizar el centro histórico. A pesar de sus “actividades extraordinarias”, solo se reclamaron 1.138.000 euros de los 8,7 millones de euros concedidos.
La primera distribución de bonificaciones ocurrió en marzo de 2018, con 20.200 euros repartidos entre ocho funcionarios. La segunda ronda en junio de 2019 vio cómo se otorgaban 27.677,94 euros a 11 funcionarios. La tercera y más grande distribución, 29.799,24 euros, fue firmada por el alcalde Bascuñana en abril de 2022, justo antes de que una moción de censura lo destituyera de su cargo.
Entre los beneficiarios se encontraban Eduardo Rodríguez Carmona, coordinador de fondos europeos, y Agustina Rodríguez, actualmente concejala de Bienestar Social, Igualdad y Recursos Humanos de Orihuela.
Las bonificaciones fueron criticadas por carecer de objetivos claros y se percibieron como una forma de complacer a ciertos funcionarios. La mala ejecución de los fondos se atribuyó a retrasos burocráticos, limitaciones presupuestarias e inestabilidad política.