El sábado por la tarde, miles de personas salieron a las calles de Valencia para exigir la dimisión del presidente regional, Carlos Mazón.
La protesta fue contra la gestión del gobierno de la devastadora tormenta que golpeó la región de Valencia la semana pasada; la última cifra de muertos es de 220.
El papel del presidente ha sido objeto de especial escrutinio. Se ha informado que a las 6 de la tarde del martes 29 de octubre estaba cenando con un periodista al que pensaba ofrecerle un puesto en la televisión autonómica.
Se ha confirmado que no llegó al centro de coordinación de emergencias hasta pasadas las 7 de la tarde, cinco horas después de que el río Magro desbordara. El gobierno ha insistido en que el presidente estaba siendo informado regularmente sobre la situación.
El ambiente en Valencia ha sido de creciente indignación, y los manifestantes del sábado coreaban “asesino” y llevaban pancartas queriendo saber dónde había estado el presidente.