El gobierno de Gibraltar ha advertido que la frontera fluida con España podría llegar a su fin en noviembre.
Con 15,000 personas cruzando la frontera cada día, la facilidad de movimiento es crucial para el tejido económico y social de la Roca.
Pero dos nuevos sistemas de control fronterizo de Schengen que entrarán en vigor podrían arruinar esa fluidez.
Tanto el EES (Sistema de Entradas y Salidas) como el ETIAS (Sistema Europeo de Información y Autorización de Viajes) están programados para entrar en vigor en noviembre, antes de que se espere que se llegue a un acuerdo post-Brexit.
El EES rastreará a todos los que entran y salen de la zona Schengen, mientras que el ETIAS autoriza a los viajeros exentos de visa antes de viajar.
Las fuerzas fronterizas españolas ya han comenzado a instalar los escáneres y la infraestructura necesaria, según informó el gobierno.
Mientras tanto, Gibraltar “mejoraría su propia infraestructura de control fronterizo” en caso de que fracasen las negociaciones del Brexit.
“A medida que el Gobierno de Gibraltar se prepara para todas las eventualidades, incluido un resultado no negociado (NNO), el público debe tener en cuenta que, en caso de que no se alcance un acuerdo con la UE, Gibraltar mejoraría su propia infraestructura de control fronterizo proporcionando el uso de puertas electrónicas y sistemas automatizados que también procesarían datos biométricos como es habitual en las fronteras de todo el mundo”, dijo el gobierno en un comunicado.
Con barreras creciendo en ambos lados de la frontera, se pondría fin al enfoque relajado de control fronterizo que actualmente está en vigor.
Los gibraltareños y cualquier otro británico en la Roca estarían entonces obligados a cumplir con los estrictos requisitos de Schengen para entrar en España, al igual que cualquier ciudadano de un tercer país.
Estos incluyen proporcionar pruebas de alojamiento y regreso a Gibraltar, así como tener suficiente dinero en el banco durante la estancia.
Los visitantes también deberán demostrar que no están excediendo la regla de 90 días en 180 y también tener el permiso ETIAS de €7 para entrar en la UE.
El permiso requerirá que los viajeros escaneen sus pasaportes y proporcionen datos biométricos, incluidas huellas dactilares o fotos de su rostro.
Los datos biométricos solo se tomarán la primera vez que un viajero cruce una frontera de Schengen.
Para los conductores, el sistema puede escanear hasta cuatro pasajeros por coche, lo que podría provocar largas esperas en la frontera.