SON quizás las sopas más icónicas que han salido de España después de servir a los lugareños en Andalucía durante siglos.
Por supuesto, nos referimos al gazpacho y al salmorejo, los platos fríos y refrescantes que son emblemáticos de un almuerzo de verano en el sur de España.
Pero, ¿qué tan saludables son para ti, y es uno más saludable que el otro?
A continuación, analizamos sus valores nutricionales.
Gazpacho
El gazpacho es quizás el más famoso de los dos a nivel internacional y está hecho principalmente de tomate, pepino, pimiento, ajo y aceite de oliva.
A veces, se agrega pan para darle consistencia, aunque hay personas que prefieren prescindir de él.
El gazpacho es conocido por ser más ligero y bajo en calorías, especialmente si se reduce la cantidad de aceite o se elimina el pan.
Una porción casera típica utilizando ingredientes frescos contiene solo 179 calorías, bajando a 147 si se omite el pan de la receta.
Salmorejo
Originario de Córdoba, el salmorejo es más espeso porque utiliza más aceite de oliva.
Sus otros ingredientes principales son tomate, pan y ajo.
Debido a su mayor contenido de aceite, generalmente tiene más calorías que el gazpacho.
Pero ¿cuál es más saludable entre los dos?
Bueno, eso depende de tus necesidades y objetivos.
Si solo tienes en cuenta la ingesta de calorías, entonces debes optar por el gazpacho sin pan.
Sin embargo, el salmorejo contiene más aceite de oliva que puede proporcionarte una mayor cantidad de grasas saludables que ayudan al corazón.
La verdad es que no hay mucha diferencia entre los dos, y ambos son opciones saludables cuando se preparan con ingredientes frescos.
De hecho, se ha demostrado que los ingredientes en ambas sopas ayudan a reducir la presión arterial y, por lo tanto, reducen el riesgo de ataques cardíacos o insuficiencia renal.
También ayudan a combatir los niveles altos de colesterol.
Además, tanto el gazpacho como el salmorejo funcionan como bebidas isotónicas naturales sin los azúcares añadidos o las grasas saturadas.
Esto significa que contienen un alto porcentaje de agua y sales minerales, incluido hierro, calcio, magnesio, zinc, potasio y sodio.
Esto mantiene el cuerpo hidratado, especialmente durante la temporada de verano caliente.
Si se consumen regularmente como parte de una dieta saludable, ambos deberían ayudar a reducir la fatiga, mejorar la digestión y ayudar al cuerpo a rendir mejor en general.
También están llenos de carotenos, que activan la melanina en la piel, ayudando a mantener ese bronceado.