Altos funcionarios estadounidenses e iraníes mantuvieron conversaciones a través de intermediarios en Omán la semana pasada, las primeras conversaciones de este tipo desde que Irán lanzó un ataque de represalia contra Israel con cientos de misiles y drones el mes pasado, según una persona familiarizada con las reuniones recientes. Brett McGurk, el principal funcionario de la Casa Blanca en política de Medio Oriente, y Abram Paley, el enviado especial adjunto para Irán, asistieron a las conversaciones en Omán. El objetivo era tratar de hacer que Irán, que suministra armas y entrenamiento a milicias en todo Medio Oriente, obligue a frenar a sus socios. Desde que estalló la guerra entre Israel y Hamas, varias milicias respaldadas por Irán en Irak y Siria han intensificado los ataques contra las tropas estadounidenses, aumentando los temores de una guerra más amplia. La milicia regional más poderosa, Hezbollah, con sede en Líbano, ha estado intercambiando disparos con el ejército israelí en el norte de Israel y el sur del Líbano. Sin embargo, los funcionarios de inteligencia de EE. UU. evalúan que ni Hezbollah ni Irán quieren participar en una guerra más amplia. Los Estados Unidos no han tenido relaciones diplomáticas con Irán desde 1979, y las discusiones a menudo se llevan a cabo a través de intermediarios y canales traseros. El formato de las conversaciones en Omán fue similar a las celebradas en enero: los estadounidenses se sentaron en una habitación mientras sus contrapartes iraníes se sentaban en otra, y los funcionarios omaníes viajaban entre las habitaciones. El nuevo conjunto de conversaciones fue informado por primera vez por Axios. Irán llevó a cabo el ataque de represalia el mes pasado utilizando más de 300 misiles y drones después de que Israel matara al general Mohammad Reza Zahedi, comandante de la Fuerza Quds de Irán, en un ataque a un recinto diplomático iraní en Damasco. Irán equiparó eso a un ataque en suelo iraní y respondió con su primer ataque directo en territorio israelí. Las fuerzas armadas de Estados Unidos e Israel trabajaron con las de varios aliados y socios europeos y árabes para frustrar el asalto. Durante años, Israel ha estado atacando a las fuerzas iraníes y a las milicias asociadas en Siria, donde el gobierno está alineado con el de Irán. Esa “guerra en la sombra” es ahora un conflicto abierto. Jake Sullivan, asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, dijo en una conferencia de prensa esta semana que “la amenaza que representa Irán y sus representantes para Israel, la estabilidad regional y los intereses estadounidenses es clara.” “Estamos trabajando con Israel y otros socios para protegernos contra estas amenazas y evitar la escalada hacia una guerra regional a gran escala a través de una combinación calibrada de diplomacia, disuasión, ajustes en la postura de fuerza y uso de la fuerza cuando sea necesario para proteger a nuestro pueblo y defender nuestros intereses y aliados”, agregó. Se esperaba que el Sr. Sullivan viajara a Arabia Saudita e Israel este fin de semana para discutir temas relacionados con la guerra entre Israel y Hamas; un posible amplio acuerdo diplomático y de seguridad que involucre a Estados Unidos, Arabia Saudita e Israel; y la amenaza de Irán.
