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El edificio del Medusa Beach Club en Playa de Palma, donde la terraza de la azotea ilegal colapsó en mayo matando a cuatro personas, es propiedad de una mujer mayor que está incapacitada y ha otorgado poderes a su hijo. Él está casado con una mujer que trabaja en el departamento de urbanismo del ayuntamiento de Palma.
Tras los eventos del 23 de mayo, el ayuntamiento informó a los investigadores de la Policía Nacional sobre esta relación. A su vez, el juzgado de instrucción está investigando la conexión.
La mujer trabaja en la sección de gestión urbanística y no en la sección de disciplina y seguridad de edificios, que es responsable de las inspecciones técnicas de construcción.
Desde el colapso, ha habido referencias a varios informes sobre el edificio que datan de varios años atrás. El informe de evaluación más reciente resultó de una inspección en 2023. En él se mencionaban “deficiencias estructurales”.
Los detalles del informe mencionan, por ejemplo, “grietas y fisuras en las vigas”, corrosión y “riesgo de desprendimiento”. La conclusión del informe fue “desfavorable”.
El empresario austriaco Christian Arnsteiner, propietario del negocio del Medusa Beach Club en lugar del edificio, compareció ante el juzgado el 26 de junio acusado de cuatro cargos de homicidio imprudente y seis cargos de causar lesiones graves por negligencia. Fue puesto en libertad con cargos y se le retiró el pasaporte.
La terraza de la azotea no tenía licencia. No era transitable. En otras palabras, no debería haber nadie en ella. Había un total de 21 personas en la terraza cuando colapsó el 23 de mayo.
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