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Una fragata de la armada española escoltará al buque insignia de la Royal Navy, el portaaviones Prince of Wales, en su despliegue al Lejano Oriente a finales de este mes. Esto subraya el hecho de que a pesar de Gibraltar, las relaciones entre los dos países son excelentes. El despliegue del portaaviones británico con 24 aviones furtivos F35 a bordo es una “Demostración de Fuerza” en el Lejano Oriente por parte de la Royal Navy y sus aliados. Noruega y Canadá también enviarán barcos para formar parte de la Fuerza de Tarea que involucra hasta 5,000 miembros del personal militar británico.
El despliegue llega en un momento en que hay temores sobre el futuro mismo de la OTAN desde que el gobierno de Donald Trump llegó al poder. Tanto España como Reino Unido han acordado aumentar el gasto en defensa. Actualmente, España es el miembro de la OTAN que menos gasta en defensa, pero todo esto está a punto de cambiar.
Curiosamente, durante el último despliegue de un portaaviones de la Royal Navy al Lejano Oriente hace cuatro años, un destructor de la Marina de los Estados Unidos formó parte de la Fuerza de Tarea y los aviones F35 de Estados Unidos fueron embarcados en el portaaviones.
En esta ocasión, Estados Unidos no participará en el despliegue. El Prince of Wales es el buque más grande jamás construido para la Royal Navy y puede embarcar hasta 45 aviones de todo tipo. Este será su primer despliegue importante desde que se unió a la flota.
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