Fortificación del ‘supermercado de drogas’ “un gran error”

Altos cargos de la Guardia Civil y la Policía Nacional creen que la ‘fortificación’ de Son Banya en forma de una enorme barricada de basura y vehículos destrozados es indicativa de la falta de un clan dominante en el poblado chabolista.

Un veterano oficial de la Policía Nacional dice que hasta hace unos años, cuando ‘La Paca’ controlaba Son Banya, la creación de tal barricada hubiera sido “impensable”.

Francisca Cortés Picazo, ahora con 70 años, inspiraba temor y respeto por igual. Una combinación de arresto y prisión, una sensación en la que se había convertido en una celebridad de las drogas, y el derroche de su imperio de drogas por dos de sus hijos, ‘El Ico’ y ‘La Guapa’, eliminaron a su clan de su posición de dominio.

Cuando ella estaba a cargo, señala el oficial, lo último que hubiera querido el supermercado de drogas habría sido llamar la atención sobre sí mismo. “Con los terraplenes y parapetos están logrando lo contrario, y esto revela que no hay una mano de hierro que dirija el poblado chabolista. Los diferentes clanes no pueden ponerse de acuerdo entre sí y algunos ahora quieren imponerse sobre otros”.

Por lo tanto, la visión de la policía es que una de las familias ha buscado ganarse el respeto de los demás con obras de un tipo nunca antes visto en Son Banya. Es tan espectacular como solo será efímero.

La aparente muestra de fuerza es un gran error. El oficial agrega: “Siempre que se han enfrentado a la policía, se han encontrado con puntos de vigilancia estáticos, que es lo último que quieren, o con bloqueos, que merman su negocio”.

LEAR  Los cuidadores familiares merecen ser una parte valorada del continuo de atención médica.

Un alto oficial de la Guardia Civil dice que la fortificación del tipo que se ha creado no será efectiva contra un ataque policial decidido. “Lo que les ha llevado meses construir puede ser demolido en una hora”.

En el pasado, señala, hubo momentos en los que se colocaba a niños y mujeres en primera línea para dificultar el avance policial. “Una táctica perversa, pero efectiva porque no podíamos usar la fuerza deseada y ellos tenían tiempo de deshacerse de las drogas”.

Con la fortificación hay un cambio de estrategia y es uno que la policía argumenta hará la vida de los clanes “muy difícil”.