Es simplemente horrible, ¿verdad? dice James. Todos esos vaqueros acampanados y ese tipo de cosas.
Esta imagen de los jugadores del Manchester United camino a su fiesta de Navidad de 2005 – bastante ordinaria en su momento – resurge regularmente a medida que una audiencia más joven se maravilla de la apariencia cotidiana de un grupo de superestrellas caminando juntas por las calles de Manchester.
En aquel entonces, todo nuestro negocio era el United, agrega Eamonn. Ellos lo eran todo, nuestro pan y mantequilla. No había mercado para fotos del City.
Después de cada partido europeo, el United saldría por la ciudad, generalmente a [el exclusivo bar Deansgate] Sugar Lounge. Era casi una regla.
En la semana, podrían salir a tomar cócteles o ir de compras después del entrenamiento.
La capacidad de los Clarke para capturar la fiesta de Navidad del United – generalmente a través de un chivatazo de un contacto local – aparentemente generaba teorías de conspiración entre el equipo.
El entrenador Sir Alex Ferguson siempre nos hablaba cuando nos veía – ‘¿Siguen haciendo esto, chicos? Bien hecho’ – y creo que él sabía que si estábamos afuera de discotecas y demás, casi controlaba a los jugadores, dice Eamonn.
Los jugadores estaban convencidos de que le estábamos contando lo que estaban haciendo. O, al revés – que él nos estaba diciendo dónde encontrarlos.
Es un trabajo más difícil ahora. Manchester tiene más lugares que atienden a aquellos que buscan la alta vida y un bajo perfil.
Gary Neville, parte de la fiesta de Navidad de 2005 (abrigo de lana sobre chaqueta de cuero, vaqueros desgarrados, zapatillas blancas), es dueño de uno. Añadió el edificio de la Bolsa – donde tuvo lugar esa fiesta de 2005 – a su cartera de propiedades en 2013.
En aquel entonces, no había tantos lugares a los que ir, dice James. Manchester no era la ciudad que es ahora.
Estos futbolistas solían comprar ropa en una tienda – Flannels. El personal les diría a los jugadores quién había comprado qué para que no tuvieran la misma ropa.
Es un deporte diferente en la actualidad también. Ahora, se van a casa, descansan y pasan tiempo con sus familias.