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La ‘Vendimia’, o la cosecha de uvas de Manilva, se ha celebrado desde el siglo XVI y forma una parte integral de las tradiciones, la cultura y el carácter del pueblo.
Esta fiesta de la vendimia, una de las más importantes en el calendario de Manilva, cambia de fecha cada año para coincidir con la cosecha real, y tradicionalmente es una fiesta de agradecimiento para los trabajadores que recogen las uvas.
Al anochecer, siempre hay una procesión – en este caso, Nuestra Señora de los Dolores, quien vela por los viñedos, y también una ‘doma vaquera’, un desfile de caballos, además de mujeres del pueblo vestidas con trajes folklóricos tradicionales.
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Los habitantes de Manilva se unen para pisar las uvas
Después de la procesión, uno de los momentos más importantes tiene lugar: la popular ofrenda de los mejores racimos de uvas a la Virgen y la posterior pisada de las uvas para extraer el primer jugo de la temporada, los métodos para hacerlo se han transmitido a lo largo de muchas generaciones. Experimentados o no, los visitantes deben estar preparados para quitarse los zapatos y calcetines para la pisada comunal de uvas en la Calle del Mar.
Un punto interesante a tener en cuenta, aunque a muchos les gustaría no escucharlo, es que la levadura natural en la piel de los pies contribuye a potenciar el proceso de fermentación. Pero, no teman, el alcohol elimina cualquier bacteria restante en el vino final. Esta fiesta de la vendimia tiene lugar en Manilva del sábado 31 de agosto al 2 de septiembre.
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