Una petición de 65,000 firmas fue presentada al Congreso de los Diputados de España el jueves por tres familiares de las víctimas de las inundaciones en Valencia, exigiendo una investigación sobre el manejo del desastre del 29 de octubre.
El trío que fue a Madrid incluía a Meri García, cuyo padre falleció en Catarroja.
Ha habido fuertes críticas hacia los gobiernos nacional y valenciano por su lenta respuesta a las inundaciones.
Las tres mujeres aparecieron afuera del edificio del Congreso usando botas de goma y cajas que contenían las firmas cubiertas de barro para simbolizar lo que sucedió en la provincia de Valencia.
“Ellos han asesinado a mi familia. Si un ciudadano comete un asesinato, paga con cárcel, pero un político está protegido”, se quejaron.
Una tercera protesta exigiendo la renuncia del presidente de Valencia, Carlos Mazon, tendrá lugar el 29 de diciembre en las calles de la capital regional, siguiendo a dos manifestaciones el mes pasado que atrajeron a más de 100,000 participantes.
Mazon ha sido criticado por no estar al mando el 29 de octubre y por asistir a un almuerzo con un periodista en lugar de monitorear lo que estaba ocurriendo y emitir una advertencia de emergencia a los residentes.
Meri García, quien instigó la petición, dijo “No nos alertaron, de lo contrario esto no habría sucedido.”
“No nos alertaron, pero tampoco nos ayudaron.”
“Estábamos esperando ser rescatados pero nadie nos ayudaba, estábamos completamente solos durante 72 horas”, continuó.
“Estaba encima de montones de autos buscando a mi padre por si lo encontraba aún con vida”, dijo García.
Ella dice que todavía hay barro en el estacionamiento de su casa y que su vista desde la ventana es un cementerio de autos que emana un olor muy desagradable.
García continuó: “Las instituciones que se suponía que nos protegerían nos dieron la espalda.”
“No nos importa la afiliación política, solo queremos justicia y pedimos que pague quien tenga que hacerlo, y que se abra de inmediato una Comisión de Investigación.”
Meri García fue acompañada por Yolanda Garrido y Maite Pagán, quienes perdieron a sus hermanos y a su sobrino de cuatro años en el desastre.
Hablaron de un ‘abandono total’ por parte de las autoridades durante los momentos más críticos mientras amigos y familias buscaban los cuerpos de sus seres queridos.
“Fueron los once días más terribles de mi vida. Estábamos devastados”, recordaron.
Las tres activistas también elogiaron el trabajo de las personas que fueron al área para ayudar.
“Si no fuera por los voluntarios, muchas personas habrían muerto.”
“Nos trajeron comida y agua mientras a las instituciones no les importaba en lo más mínimo.”