El sueco dirigió a Inglaterra y a 12 equipos, incluidos Manchester City, Leicester, Roma y Lazio, ganó 18 trofeos y sufrió de cáncer de páncreas terminal e inoperable.
El mundo del fútbol está de luto por la muerte del exentrenador de la selección de Inglaterra, Sven-Göran Eriksson, quien falleció a los 76 años en su hogar en Sunne, Suecia. Eriksson fue diagnosticado en enero de 2024 con cáncer de páncreas terminal, y los médicos le dieron una esperanza de vida de no más de un año.
La familia de Eriksson ha emitido una breve declaración anunciando su fallecimiento y pidiendo respeto y privacidad en este difícil momento.
“Después de una larga enfermedad, SGE (Sven-Göran Eriksson) falleció durante la mañana del lunes en su hogar, rodeado de su familia, su hija Lina; su hijo Johan con su esposa Amana y su nieta Sky; su novia Yanisette con su hijo Alcides; su hermano Lars-Erik con su esposa Jumnong.
La familia pide que se les permita llorar en privado.
Eriksson fue una figura influyente y respetada en el mundo del fútbol durante más de cuatro décadas. Su carrera como entrenador comenzó en su Suecia natal a finales de los años 70, cuando destacó con el Degerfors IF. Sin embargo, fue en el IFK Göteborg donde alcanzó renombre internacional, ganando la liga sueca y la Copa de la UEFA en 1982. Estos éxitos le abrieron las puertas para unirse a clubes más establecidos en Europa.
Eriksson continuó su carrera en el Benfica, donde ganó tres títulos de liga portuguesa, una Taça de Portugal y una Supercopa de Portugal. Su tiempo en el Lazio fue particularmente exitoso; bajo su dirección, el club ganó el Scudetto, la Supercopa de Europa y la Coppa Italia en la temporada 1999-00, así como dos Coppas Italias más y una Supercopa de Italia. También dirigió al Roma, Fiorentina y Sampdoria, mostrando su capacidad para adaptarse a diferentes estilos de fútbol y obtener resultados positivos.
Uno de los capítulos más memorables de su carrera fue su tiempo al mando de la selección nacional de Inglaterra. En 2001, Eriksson se convirtió en el primer entrenador extranjero de los Tres Leones, llevando a Inglaterra a los Mundiales de 2002 y 2006, así como a la Eurocopa de 2004. Durante su mandato, gestionó una generación dorada de futbolistas, incluidos David Beckham, Steven Gerrard, Wayne Rooney y Frank Lampard. Su enfoque táctico innovador y su capacidad para gestionar estrellas de primera clase dejaron una huella duradera en el fútbol inglés.
Después de su tiempo en Inglaterra, Eriksson también entrenó en México, Costa de Marfil y Filipinas, y en clubes como el Manchester City y el Leicester City. Su última etapa profesional fue como director deportivo del modesto club sueco IF Karlstad, cargo que dejó debido a problemas de salud justo antes de anunciar públicamente su enfermedad.
Eriksson también tuvo la oportunidad de cumplir un sueño personal cuando, el 23 de marzo de este año, calificó su día como entrenador de Leyendas del Liverpool como ‘un recuerdo para toda la vida’ después de lograr el sueño de toda la vida de dirigir al Liverpool en Anfield, llevando a su equipo a una victoria por 4-2 con figuras como Fernando Torres, Djibril Cisse y Gregory Vignal en el marcador.
Estaba sonriente cuando pisó el césped de Anfield antes del partido, las cámaras lo rodeaban y los 60,000 fanáticos presentes aplaudieron su llegada mientras inclinaba la cabeza en reconocimiento.
Tras el juego, Eriksson elogió el partido benéfico y explicó su orgullo por liderar a su equipo en Anfield. La oportunidad de dirigir a las Leyendas surgió como resultado de una invitación personal de Jurgen Klopp.
La aparición le permitió regresar a su equipo favorito y cerrar un círculo importante en su vida.
En un mensaje emocional durante el Campeonato Europeo en Alemania, Eriksson compartió información sobre su batalla contra el cáncer y su deseo de ser recordado de manera positiva: “No se arrepientan. Sonrían. Gracias por todo, entrenadores, jugadores y aficionados. Ha sido fantástico. Cuídense y cuiden su vida. ¡Adiós!” En el documental ‘Sven’, emitido en Amazon Prime Video, el sueco dejó un legado de fuerza y optimismo ante la adversidad.
Sven-Göran Eriksson será recordado como un pionero en el fútbol internacional, un entrenador que dejó una marca indeleble en cada equipo y selección nacional que dirigió. Su legado e impacto en el deporte perdurarán como un testimonio de su carrera excepcional y su contribución al fútbol mundial.