Expulsados de Son Gotleu, argelinos se trasladan al Arenal.

Desde que las comunidades establecidas en Son Gotleu, en Palma, se comprometieron a expulsar a los jóvenes argelinos problemáticos del vecindario, el número de arrestos de argelinos ha disminuido drásticamente. La Policía Nacional y la Policía de Palma habían estado registrando entre diez y quince arrestos al día. El número ha bajado a uno o cero.

Los hombres argelinos, la mayoría de ellos con alrededor de 20 años, comenzaron a instalarse en Son Gotleu hace unos cuatro meses. La delincuencia aumentó: robos, atracos, agresiones violentas, y se atribuyeron a los argelinos. La situación llegó a un punto crítico el lunes de la semana pasada, cuando la policía antidisturbios tuvo que ser llamada debido a enfrentamientos. Luego siguió una protesta exigiendo la expulsión de los argelinos del distrito.

Se mantuvieron alejados de las calles y ahora la mayoría, si no todos, parecen haberse mudado a Arenal en Llucmajor, donde los residentes están expresando sus preocupaciones.

La comunidad gitana española en Son Gotleu estuvo a la vanguardia en exigir las expulsiones. Ha dicho que si los argelinos regresan, serán “linchados”. “Si los jueces y la policía no actúan, no tendremos más remedio que hacerlo nosotros”.

La policía era consciente de que el conflicto podría llevar a estos jóvenes a ir a otro lugar. Y eso es lo que ha sucedido. Aparte de arrestarlos y esperar a que los tribunales ordenen su prisión, la policía (y de hecho los tribunales) se ven obstaculizados por el hecho de que España y Argelia han roto relaciones diplomáticas. La expulsión de España y la repatriación a Argelia actualmente no es posible.

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