Expatriado británico defiende liderar una campaña ‘anti-turismo’ en Tenerife, España, tras ser tachado de ‘hipócrita’

Un inmigrante británico que vive en Tenerife ha generado controversia al liderar una campaña anti-turismo que pide un impuesto a los turistas que visitan la popular isla española.

Brian Harrison, el secretario general de Salvar La Tejita, un grupo formado en 2016 para protestar contra un nuevo desarrollo hotelero, se ha convertido en una figura prominente en el movimiento anti-turismo en toda España.

El británico, que ha vivido en España durante 30 años, ha enfrentado acusaciones de hipocresía por abogar por restricciones al turismo mientras se beneficia de la próspera industria turística de la isla.

Ha admitido que a menudo le preguntan: “¿No crees que es un poco hipócrita?”

Harrison argumenta que su residencia a largo plazo en Tenerife lo califica para abogar por el bienestar de la isla, a pesar de la ironía de su posición.

Insiste en que su grupo no está en contra de los turistas, sino de los niveles insostenibles de turismo que han abrumado la isla.

“El problema no son las personas que vienen aquí, sino la enorme cantidad de personas que vienen, el volumen”, dijo.

“Para una isla que tiene espacio limitado, es insostenible. Ese es el problema”, afirmó.

El número de visitantes a Tenerife ha aumentado drásticamente en los últimos años, alcanzando aproximadamente seis millones anualmente, superando con creces los niveles vistos cuando Harrison llegó por primera vez en 1991.

Esta situación ha llevado a que la infraestructura y los recursos de la isla luchen por hacer frente a tal afluencia masiva de turistas.

Salvar La Tejita ha participado en diversas protestas contra el desarrollo turístico en Tenerife, incluidas manifestaciones contra un nuevo hotel que se está construyendo en el área protegida de La Tejita.

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El desarrollo del Hotel La Tejita se reinició este año después de haber sido detenido previamente por infracciones medioambientales.

Se suponía que abriría en 2023, pero se descubrió que el 30% de sus límites caían en una zona prohibida para el desarrollo turístico.

Se informa también de que está en violación de las normativas medioambientales al carecer de un sistema adecuado de tratamiento de aguas. La apertura del hotel agravaría la ya delicada situación de aguas residuales en el sur de Tenerife, según grupos medioambientales.

Actualmente, solo queda un esqueleto de tres pisos del Hotel La Tejita, golpeado y corroído por el aire marino mientras se espera un caso legal contra la licencia del hotel.

Salvar La Tejita también ha pedido un impuesto turístico para ayudar a mitigar los impactos negativos del turismo en la isla.

Las Canarias, al igual que otros destinos turísticos españoles, han experimentado un aumento en el sentimiento anti-turismo en los últimos años.

Los lugareños han expresado preocupaciones sobre el hacinamiento, el aumento de los costos de la vivienda y la degradación de su entorno debido al turismo de masas.

Harrison dijo en Good Morning Britain: “Los turistas siempre son bienvenidos aquí, no habrá hostilidad. Pero obviamente se necesita tomar medidas.

“El gobierno ha tenido tres décadas para abordar este problema y ha empeorado cada año. Esta es la última opción para que el gobierno tome nota.”