Por Jon Clarke y Walter Finch
Ella era la mejor amiga de la estrella de televisión Denise van Outen y tenía más zapatos que la infame primera dama filipina Imelda Marcos.
Pero la vida glamurosa de la diseñadora de moda-estafadora Jody Smart ha llegado a un abrupto final después de ser encontrada culpable de fraude en España.
Smart -también conocida como Jodie Pearson- intercambiará ahora los viajes de primera clase a la semana de la moda de Nueva York por una celda de la cárcel en España durante los próximos tres años y medio por su participación en la notoria estafa de 35 millones de euros de Continental Wealth Management.
La estafadora también ha sido ordenada a pagar una suma combinada de 370,000 euros a solo dos de las aproximadamente mil víctimas en los próximos 15 días.
Smart -quien se describe a sí misma en Instagram como ‘diseñadora de moda, experta en bienestar, filántropa, planificadora de bodas’- dirige un exclusivo club de playa, Oceana, en la Costa Blanca.
Las víctimas afirman que fundó su marca de moda y restaurante en Benissa a expensas de los miles de euros que estafó a expatriados desprevenidos a través del fondo de inversión CWM.
En su página de Instagram ha presumido de su estilo de vida glamuroso en numerosos resorts extranjeros durante el último año, incluidas vacaciones caras en Venecia, Grecia y Tailandia.
Mientras tanto, las víctimas -al menos una que se suicidó después de perder sus ahorros de toda la vida- han tenido que esperar casi una década para obtener justicia después de una serie de retrasos en el tribunal de Denia.
Smart fue nombrada directora de CWM cuando colapsó en 2017, pero su ex esposo Darren Kirby, quien se pensaba que era el cerebro, hasta ahora ha evitado la persecución.
Increíblemente, al menos media docena de otros empleados y figuras importantes también han logrado evadir la justicia.
No pudimos hablar con Smart antes de ir a la prensa, pero anteriormente, cuando se le preguntó sobre el caso, su actual esposo Franco Pearson nos dijo: “Vayan a vivir su vida”.
Es probable que apele el fallo, pero tal vez tenga que hacerlo desde detrás de las rejas.