Para Tom Hopcroft, el último año ha sido un torbellino.
El negocio que fundó – Guiris de Mierda, una marca de estilo de vida destinada a proporcionar una comunidad para los ‘guiris’ en España – ha ido viento en popa a medida que sus eventos organizados, como citas rápidas, carreras matutinas o eventos de networking, aumentan en popularidad.
En otros lugares, el joven de 31 años ha lanzado una marca de ropa vinculada a su negocio, ha caminado varias veces por el Camino de Santiago, se ha vuelto viral por hacer un ‘shoey’ al final de la peregrinación, ha sido entrevistado en televisión gallega en gallego, un idioma que no conoce, y ha aparecido en la contraportada de El País, el periódico más leído de España.
Ahora, el orgulloso Brummie admite que necesita un tiempo para sí mismo.
“En este momento, estoy haciendo muchos eventos que me encantan, pero creo que es importante tener un equilibrio cuando estás organizando eventos, especialmente cuando eres el anfitrión. Eres un dador de energía”, dice.
“Me he dado cuenta de que para rendir mejor cuando organizo eventos, necesito estar en mi mejor forma en todos los aspectos, así que necesito mi tiempo a solas”.
Para tener ese tiempo a solas, Tom ha comenzado una nueva aventura: una caminata en solitario de dos meses por España, de norte a sur, armado solo con una mochila, un monopatín y el deseo de comenzar lo que describe como un ‘viaje de autodescubrimiento’.
Mientras hablamos, Tom está patinando por las carreteras en el País Vasco, a menos de una semana en una aventura única en la vida que ha bautizado como ‘The Wrong Way Down’.
“He estado pensando en esto durante un par de años, pero siempre ha habido una razón para no hacerlo”, admite Tom. “Pero siento que siempre habrá una razón para no hacerlo y, a veces en la vida, si quieres hacer algo, simplemente debes hacerlo realidad”.
“Hazlo y piensa, mira, todo lo demás se arreglará en la vida, simplemente tiene una forma de hacerlo, así que voy a correr este riesgo. Lo voy a hacer por mí, voy a hacer algo que quiera hacer, voy a tener una aventura, voy a canalizar esa alegría infantil de explorar solo por explorar o jugar solo porque jugar es divertido. Y lo estoy haciendo para hacerme feliz, reavivar mi creatividad y sentirme libre”, explica.
The Wrong Way Down es la última de una serie de aventuras espontáneas que Tom ha emprendido.
A los 20 años, como estudiante en la Universidad de Leeds, hizo autostop desde la ciudad de Yorkshire hasta Ámsterdam en solo 48 horas.
A principios de sus 20 años, Tom se mudó a España por una mujer a la que amaba. Cuando eso terminó, no regresó a casa, se quedó en España, hizo otro autostop desde Madrid a Málaga para restaurar su fe en la humanidad, y luego comenzó a construir las bases para la carrera empresarial y de creación de contenido que han florecido desde entonces.
Esta última experiencia, espera Tom, le permitirá explorar y descubrir partes ocultas de un país del que se ha enamorado.
Él dice: “Estoy buscando conectarme conmigo mismo y conectar un poco con España, ver más de este hermoso país, conocer gente en la España profunda y hacer cosas por el simple hecho de hacerlas”.
“Estoy buscando tener experiencias realmente humanas con una verdadera conexión humana. Eso se remonta a lo que trata todos nuestros eventos, realmente – el lado de la conexión humana de las cosas”.
Comenzando en el País Vasco hace poco más de una semana, Tom ya ha experimentado los momentos de libertad y profunda conexión humana que tanto anhelaba.
En su segundo día, explica, patinó desde Bermeo hasta Mundaka, un pueblo surfista en la costa vasca. Eran las 11 de la mañana y, vistiendo solo su ropa interior, Tom se lanzó al mar.
“Esa sensación de libertad, solo con todo lo que necesitas en la espalda, yendo a nadar cuando quieras, es simplemente incomparable”, dice.
Pero su momento favorito hasta ahora ha sido uno con un sabor humanamente único.
“Me vi en un aprieto”, dice. “Estaba caminando, no había avanzado tanto como quería, no había comido, el sol se estaba poniendo y no había encontrado ningún lugar para plantar mi tienda de campaña para la noche. Tampoco había hoteles o albergues cerca, así que tuve que tomar una decisión. O plantar la tienda de campaña y buscar comida en un pub local a 30 minutos de distancia, o ir al pub y esperar que alguien pudiera indicarme”.
Como la mayoría de los británicos, Tom eligió la opción del pub. “Llegué y había estos cuatro chicos vascos muy rurales. Estaban diciendo que alguien les había hablado de un tipo loco caminando por las calles con un monopatín. Yo dije, sí, soy yo, voy a Tarifa. Ellos dijeron ‘¡Qué demonios!’ así que empezamos a hablar”.
“De todos modos, entré y comencé a editar mi video del día anterior. Uno de ellos se acercó a mí – era su cumpleaños número 51 y me dijo que tenía una caravana cerca de su casa en la que podía quedarme. Me llevó a su casa en las montañas, completamente desconectado en medio de la nada. Genera su propia electricidad y recoge su propia agua, pero me dejó quedarme en su casa por la noche. Tomamos un par de cervezas, hablamos sobre la vida, y fue una de esas experiencias locas que solo puedes tener si haces algo así”.
Con solo una hamaca y una bolsa de dormir – más un sentido de que en su primera noche durmiendo al aire libre podía escuchar el aullido de los lobos – Tom está ansioso por dormir en todos los sofás que pueda.
Para eso, su comunidad de Guiris de Mierda es útil, pero también destaca que cualquiera puede ayudarlo en su viaje.
Él dice: “Las personas pueden ayudar simplemente viendo, compartiendo y participando en los videos, pero luego, por supuesto, de manera práctica, si alguien tiene familiares o amigos o quiere darme un sofá para pasar la noche en el camino, eso sería increíble”.
Su ruta, aunque todavía no está decidida, está prevista que lo lleve por Logroño, sobre o alrededor de las Sierras, a Extremadura, hacia Sevilla, pasando por Cádiz y culminando finalmente en el punto más al sur del continente español – Tarifa.
Si un sofá no está disponible, las personas aún pueden ayudarlo de una manera igualmente importante: con una pequeña donación, los seguidores pueden comprarle a Tom una cerveza bien merecida.