“
Pilar Bonet, quien renunció como consejera de finanzas y función pública del Consejo de Mallorca en febrero del año pasado, le dijo a un tribunal de Palma el jueves que sufría de un trastorno grave de compras compulsivas.
Su renuncia fue provocada por acusaciones de que había malversado dinero de su antiguo empleador, el grupo de viajes con sede en Llucmajor, Globalia, propietarios de Air Europa. Posteriormente, Globalia presentó una denuncia ante los tribunales. Esto situó el desfalco en 2,7 millones de euros durante varios años. Se remontaba a 2011, ya que Bonet trabajaba en el departamento financiero de la división de handling en aeropuertos de Globalia, Groundforce, hasta 2023. Entre 2019 y 2023 trabajaba a tiempo parcial, ya que también era concejala en el Ayuntamiento de Llucmajor.
En el tribunal, ella dijo que muchas personas se habían aprovechado de ella, explicando que había proporcionado a los investigadores una lista de nombres de numerosas personas a quienes había dado regalos, como bolsos de diseñador.
Admitió parcialmente el desfalco, su abogado, Antonio Martínez, proporcionó al tribunal informes médicos que indican que ella tiene una serie de trastornos que podrían mitigar o limitar una posible responsabilidad penal por las acciones que se están investigando.
Su declaración ante el tribunal fue breve. Dijo que había sido víctima de acoso y que sus datos personales habían sido revelados en varios informes de noticias. En febrero del año pasado, su abogado insistió en que se respetara la presunción de inocencia, acusando a elementos de los medios de comunicación de haberse involucrado “en una especie de justicia privada”.