Un juez federal de EE. UU. ha ordenado que el exestratega de Donald Trump, Steve Bannon, se presente en la cárcel antes del 1 de julio para cumplir una sentencia de cuatro meses. La orden del jueves llega después de años de disputas legales, con un tribunal de apelaciones que el mes pasado confirmó la condena penal de Bannon en 2022 por desacato al Congreso. El podcaster de derecha fue encontrado culpable de negarse ilegalmente a testificar ante el comité que investigaba el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021. Bannon, de 70 años, ha negado cualquier conducta criminal y su abogado calificó la decisión de “horrible”. Después de la decisión del jueves, Bannon dijo que él y sus abogados “llegarían hasta la Corte Suprema si es necesario”. “No hay una prisión construida ni una cárcel construida que me pueda callar”, dijo desafiante a los reporteros afuera del tribunal en Washington DC. Ha dicho que seguía consejos legales al negarse a testificar ante el comité de la Cámara que investigaba el 6 de enero, cuando los alborotadores saquearon el Capitolio de EE. UU. con el objetivo de detener la certificación de la victoria electoral de Joe Biden. El abogado de Bannon, David Schoen, quien ha calificado el caso contra su cliente como políticamente motivado, también prometió apelar a un tribunal superior. Schoen dijo que su cliente habría violado la invocación del privilegio ejecutivo de Trump, un concepto legal que permite a los presidentes mantener algunas comunicaciones privadas, si hubiera testificado ante el Congreso. Pero un panel de tres miembros de la Corte de Apelaciones del Circuito de DC rechazó unánimemente ese argumento cuando confirmó su condena en mayo, diciendo que su reclamo “choca frontalmente con la ley establecida”. “Esta defensa exacta de ‘consejo legal’ no es defensa en absoluto”, escribió el juez Bradley García en esa decisión. Un tribunal de apelaciones completo podría retrasar la orden de sentencia del jueves si tomara el caso y emitiera su propia decisión deteniendo su cumplimiento. Bannon fue un actor clave en el ascenso de Trump a la Casa Blanca en 2016 y luego se convirtió en estratega jefe en la Casa Blanca. Dejó la administración después de una violenta manifestación de extrema derecha en Charlottesville, Virginia, en agosto de 2017, pero sigue siendo un aliado cercano del expresidente. Otro alto asesor de Trump, Peter Navarro, se presentó en prisión en marzo después de su propia condena por desacato al Congreso.
