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Se dice que el tiempo es dinero, pero en la Unión Europea el tiempo también es político.
Cuando los relojes se adelanten en todo el bloque el domingo, no será la última vez a pesar del deseo de millones de ciudadanos de la UE de ver apagadas las luces en el cambio semestral.
Investigaciones muestran que mover el reloj hacia adelante y hacia atrás en otoño y primavera impacta negativamente en la economía, así como en la salud de las personas, alimentando crecientes llamados para poner fin al sistema en Europa, y más allá.
La UE propuso abolir la costumbre en 2018 después de que casi cuatro millones de personas en los entonces 28 estados miembros del bloque – antes de que Gran Bretaña saliera formalmente – dieran su apoyo en una consulta abierta.
El parlamento – el único órgano de la UE elegido directamente – respaldó la reforma al año siguiente, pero desde entonces ha caído en el limbo después de encontrar oposición de algunos estados miembros de la UE.
Según el proceso de la UE para aprobar una ley, la Comisión Europea hace una propuesta que el Parlamento Europeo y los estados miembros deben votar por separado, antes de que los negociadores de los países de la UE y los eurodiputados acuerden un texto final.
Polonia, que ostenta la presidencia rotativa del bloque hasta julio, dice que es hora de volver a poner el tema en la agenda de los estados.
Los defensores, incluidos los legisladores, señalan estudios que demuestran que el cambio perjudica la salud.
“Hay una gran cantidad de evidencia que sugiere que cambiar el reloj dos veces al año es malo para la salud humana, malo para los animales, malo para el tráfico vial y tiene muy pocos atributos beneficiosos. Y también es una gran molestia,” dijo el eurodiputado irlandés Sean Kelly.
“Así que creo que ha llegado el momento de decir adiós,” dijo Kelly, uno de los defensores más vocales de erradicar los cambios de hora.
Kelly insta a la UE a acordar una fecha objetivo para dejar de cambiar los relojes, al igual que ha hecho con los objetivos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
‘El tiempo apremia’
La práctica de adelantar los relojes en primavera – para agregar una hora de luz a la tarde – comenzó con Alemania en la Primera Guerra Mundial y se extendió por toda Europa. La costumbre volvió en la Segunda Guerra Mundial, luego cayó en desuso hasta la crisis del petróleo de la década de 1970 – cuando se reintrodujo para ahorrar energía y se mantuvo.
Los detractores ven la reforma como una pérdida de tiempo, con la UE enfrentando ahora grandes desafíos desde la invasión de Rusia a Ucrania hasta la amenaza de una guerra comercial con Washington.
Pero la comisión sigue esperanzada, diciendo a AFP que no tiene planes de eliminarla.
“Creemos que todavía es posible una solución coordinada, y alentamos a reanudar las discusiones bajo la presidencia actual,” dijo la portavoz de la comisión Anna-Kaisa Itkonen.
La presidencia polaca dice que se está moviendo en esa dirección, aunque reconoce que ha habido un apoyo limitado entre los países de la UE.
“Estamos planeando consultar informalmente a los estados miembros para ver si todavía es factible llevar la propuesta adelante,” dijo.
“Como el tiempo apremia, nos tomaremos nuestro tiempo para evaluar la situación.”
‘Ya es hora’
Para Kelly, es un tema en el que la UE y Estados Unidos pueden encontrar algún acuerdo.
Después de su reelección, Donald Trump dijo que quería deshacerse del horario de verano como “inconveniente” y “muy costoso” – aunque desde entonces ha moderado su tono, calificándolo como un “tema de 50-50”.
El aliado de Trump y multimillonario tecnológico Elon Musk se sumó a la polémica al preguntar a sus seguidores este mes si preferían una hora más temprano o más tarde si el cambio se llevaba a cabo.
La mayoría de los 1,3 millones de votos prefirieron que los relojes se ajustaran una hora más tarde, lo que significaría que el sol saldría y se pondría en un punto más tarde en el día durante todo el año.
Si la UE y Estados Unidos alguna vez detienen el reloj en el sistema actual, no estarán solos. En la última década, Azerbaiyán, Irán, Rusia, Siria, Turquía y Uruguay han eliminado el horario de verano, según el Centro de Investigación Pew.
Pero algunos se han arrepentido. Egipto eliminó el cambio de hora en 2014 antes de reintroducirlo nueve años después para ahorrar energía.
Mientras tanto, los partidarios de la reforma en la UE pueden tener que esperar un poco más.
Un alto funcionario lituano dijo que el país no perderá tiempo y convertirá el tema en una prioridad cuando asuma la presidencia de la UE en 2027.
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