Durante años, miles de millones de dólares en financiamiento de investigación y desarrollo de medicamentos se han centrado en placas de amiloide como la causa principal de la enfermedad de Alzheimer. Las compañías farmacéuticas diseñaron tratamientos para atacar estas placas, sin embargo, los ensayos clínicos no produjeron resultados significativos, y un descubrimiento reciente puede explicar por qué.
Un estudio pionero sobre el Alzheimer que moldeó casi dos décadas de investigación ha sido retractado debido a imágenes manipuladas, poniendo en duda la base de una de las teorías más dominantes en la investigación del Alzheimer. El estudio presentó una forma específica de proteína beta amiloide como un impulsor principal de la pérdida de memoria. Sin embargo, las imágenes que “demostraron” la existencia de esta proteína fueron alteradas, y ahora, toda la afirmación se está desentrañando.
Si la beta amiloide nunca existió, o nunca fue el desencadenante del Alzheimer que los investigadores pensaban que era, entonces millones de dólares en investigación se han malgastado y los pacientes han sido llevados por el camino equivocado, desperdiciando tiempo y dinero valiosos en tratamientos ineficaces.
Si los datos detrás de una teoría ampliamente aceptada han sido falsificados, ¿en qué más en el campo podría basarse en pruebas poco fiables? Si los datos fabricados pueden influir en un campo tan crítico como la investigación del Alzheimer, ¿podemos confiar en que la ciencia médica lo está haciendo correctamente?