Durante décadas, la medicina convencional ha promovido la idea de que el estrógeno protege el cerebro, especialmente en mujeres posmenopáusicas. La sabiduría convencional ha sido que el aumento del riesgo de demencia en mujeres mayores se debe a la “deficiencia” de estrógeno que ocurre durante la menopausia. Sin embargo, un nuevo estudio publicado en JAMA Neurology desafía esta creencia, proporcionando evidencia convincente de que bloquear el estrógeno puede disminuir el riesgo de demencia.
Investigación que Causa un Cambio de Paradigma
Este estudio reciente es quizás la evidencia más dañina que he encontrado en los últimos cinco años que contradice la afirmación de que el estrógeno protege el cerebro. La investigación, publicada en una de las revistas médicas más prestigiosas, encontró que el uso de antagonistas puros del receptor de estrógeno o inhibidores de la aromatasa se asociaba con un menor riesgo de desarrollar demencia en todo el ciclo de vida esperado de las mujeres.
Lo que hace este estudio particularmente significativo es el uso de fármacos anti-estrógenos “puros”. Estudios anteriores que mostraban efectos protectores contra la demencia a menudo utilizaban moduladores selectivos de receptores de estrógeno (SERMs) como clomifeno, tamoxifeno o raloxifeno. Estos fármacos tienen efectos anti-estrógenos en algunos tejidos pero son potentes estrógenos en otros.
Esta naturaleza dual permitió a la comunidad médica explicar los efectos protectores como confirmando realmente el “beneficio” del estrógeno para el cerebro, ya que los SERMs pueden ser estrógenicos en el tejido cerebral.
Sin embargo, el estudio actual no deja espacio para tales interpretaciones. Examinó los efectos de antagonistas puros del receptor de estrógeno como Faslodex (fulvestrant) y su análogo no esteroideo Elacestrant, así como inhibidores de la aromatasa como letrozol. Estos fármacos son bloqueadores altamente selectivos de los receptores de estrógeno sin otros efectos principales conocidos.
El hecho de que los inhibidores de la aromatasa, que reducen la producción de estrógeno en el cuerpo, también mostraran efectos protectores contra la demencia solidifica aún más el caso contra el estrógeno como factor protector para la salud cerebral.
Replanteando el Papel del Estrógeno
Estos hallazgos sugieren que otras sustancias con efectos anti-estrógenos también podrían tener efectos protectores contra la demencia. Esto incluye:
– Progesterona
– Vitaminas liposolubles (A, D, E, K)
– Aspirina
– DHT (dihidrotestosterona)
– Flavonas y flavanonas (apigenina, naringenina, crisina, quercetina, luteolina)
Los resultados del estudio fueron particularmente pronunciados en pacientes menores de 75 años, lo que indica que las intervenciones anti-estrógenas podrían ser más efectivas cuando se inician temprano en la vida.