Un alcalde español ha sido etiquetado como ‘extrema derecha’ después de criticar la decisión de trasladar a cientos de solicitantes de asilo adultos desde las Islas Canarias a su pequeño pueblo costero esta semana.
Marti Pujal, el alcalde de Tossa de Mar, un asentamiento costero de 6.000 habitantes en la Costa Brava popular entre los británicos, criticó el movimiento planeado de migrantes como ‘excesivo’ y carente de ‘proporcionalidad’.
En lugar de eso, afirma que su municipio solo debería aceptar 40 migrantes dado que Blanes, una ciudad cercana con 40.000 habitantes, recibió 200 solicitantes de asilo el año pasado.
Pujal, quien representa al partido proindependencia y conservador Junts per Catalunya, también dijo que estaba frustrado porque el traslado coincidiría con el pico de la temporada turística.
Según los términos del traslado, 200 migrantes adultos, actualmente ubicados en las Islas Canarias, se trasladarán a Tossa de Mar donde pasarán un mes en un hotel mientras se procesan sus documentos de asilo.
Los migrantes están siendo redistribuidos por toda España ya que los funcionarios canarios luchan por hacer frente al número de personas que llegan a través de pequeñas embarcaciones.
En lo que va de 2024, más de 22.000 migrantes han llegado a las Islas Canarias, un archipiélago ubicado a 800 millas de la península ibérica en el Océano Atlántico y a solo 67 millas de la costa africana.
La ruta entre la costa occidental de África y las Islas Canarias es ampliamente considerada como la ruta migratoria más peligrosa del mundo, donde se registraron 4.808 muertes en los primeros cinco meses de 2024, lo que equivale a 33 muertes por día o una cada 45 minutos.
La llegada de solicitantes de asilo ha provocado una discusión en las redes sociales, con un usuario acusando a Pujals de hacer ‘un discurso de extrema derecha’, destacando que España tiene un ‘enorme problema con el racismo estructural e institucional’.
Otro señaló que Tossa de Mar ha recibido más de 73.000 turistas hasta ahora este año, y que dirigirse a 200 migrantes era evidencia de una política de silbato de perro.
Sin embargo, otros apoyaron los comentarios de Pujals: un usuario dijo que Tossa de Mar era uno de los pocos pueblos catalanes que no han ‘sufrido procesos de despersonalización y asimilación’, mientras que otro opinó que ‘no tiene sentido ver a tanta gente, migrantes o no, quedándose en ese lugar tan pequeño’.