Funcionarios estadounidenses hicieron una nueva oferta a los talibanes durante el fin de semana para intentar asegurar la liberación de estadounidenses detenidos en Afganistán, según personas familiarizadas con el asunto. Funcionarios estadounidenses declinaron discutir las negociaciones o la oferta. Pero personas informadas de las conversaciones dijeron que la Casa Blanca había estado trabajando en un acuerdo para traer de vuelta a los estadounidenses a cambio de Muhammad Rahim, un afgano que ha estado detenido en la Bahía de Guantánamo desde 2008. El gobierno de Estados Unidos ha dicho que el Sr. Rahim era un alto asistente de Al Qaeda, pero otros han puesto en duda su papel en la organización, sugiriendo que era un mensajero y un traductor y no representaría una amenaza para Estados Unidos si fuera liberado. Los talibanes han reconocido que tienen en su poder a dos estadounidenses. Uno de ellos, George Glezmann, un ex mecánico de aviones, estaba de turismo por Afganistán cuando fue hecho prisionero en diciembre de 2022. El otro, Ryan Corbett, quien había vivido durante mucho tiempo en Afganistán con su familia antes de la caída del gobierno respaldado por Estados Unidos, estaba en un viaje de negocios cuando fue capturado en agosto de 2022. Los talibanes se han negado a decir si tienen en su poder a un tercer estadounidense cuyo regreso también es solicitado por el gobierno de Estados Unidos. Esa persona, Mahmood Habibi, un estadounidense naturalizado, fue capturado poco después del ataque de Estados Unidos en Afganistán en 2022 que mató a Ayman al-Zawahri, el líder de Al Qaeda. La familia del Sr. Habibi ha dicho que fue arrestado junto con otras 30 personas que trabajaban para la misma empresa estadounidense, Asia Consultancy Group, bajo sospecha de que la compañía estuvo involucrada en el ataque con drones de Estados Unidos que mató al líder de Al Qaeda. Funcionarios estadounidenses no quisieron discutir si el Sr. Habibi tuvo un papel en el ataque, ni se conoce su estado. Pero su padre, Ahmadullah, y su hermano, Ahmad, han negado que estuviera involucrado. El Sr. Habibi estaba fuera del país en el momento del ataque y llegó a Afganistán días después, dijeron. También han dicho, basándose en “varias fuentes independientes en Afganistán”, que estaba vivo y que fue visto por última vez bajo custodia de la Dirección General de Inteligencia del gobierno. Sean Savett, un portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, dijo que la administración Biden había negociado el regreso de más de 75 estadounidenses detenidos en el extranjero. Dijo que los funcionarios estaban “trabajando día y noche” para asegurar el regreso del Sr. Glezmann, el Sr. Corbett y el Sr. Habibi. “La administración lo hará durante el resto del mandato”, añadió. La administración hizo una oferta anterior a los talibanes para asegurar la liberación de los tres hombres el 14 de noviembre, una propuesta que informó anteriormente The Wall Street Journal. El Sr. Rahim nunca ha sido acusado de crímenes mientras estuvo detenido en Guantánamo. James G. Connell III, un abogado defensor que ha representado al Sr. Rahim en sus audiencias de revisión de detención, dijo que el Sr. Rahim estaba dispuesto a ser intercambiado pero que el gobierno de Estados Unidos no se había puesto en contacto con ellos. “Nunca he recibido confirmación oficial de ningún gobierno de que las conversaciones están en curso, o estaban en curso, en ese sentido”, dijo el Sr. Connell. El Sr. Rahim no es actualmente elegible para ser transferido fuera de Guantánamo. Un panel federal de revisión de seguridad nacional lo ha considerado repetidamente demasiado peligroso para ser liberado, más recientemente el 21 de noviembre de 2023. Pero funcionarios estadounidenses han discutido su transferencia a Qatar como parte de un intercambio de prisioneros, según las personas informadas de las discusiones. El Departamento de Defensa está legalmente obligado a notificar al Congreso 30 días antes de que un detenido sea liberado de Guantánamo. Pero la administración Obama ignoró ese requisito cuando envió a cinco prisioneros talibanes de Guantánamo a Qatar a cambio de la liberación del sargento Bowe Bergdahl en 2014. Al igual que el Sr. Rahim, ninguno de esos prisioneros fue aprobado para su liberación a través del proceso de revisión del panel de seguridad nacional. Los republicanos criticaron el intercambio de Bergdahl, y un estudio de la Oficina de Responsabilidad del Gobierno concluyó que la administración Obama había violado la ley. Pero Dennis M. Fitzpatrick, un abogado de la familia Glezmann y ex fiscal de terrorismo, dijo que el Sr. Rahim fue clasificado incorrectamente como no elegible para ser liberado y que el gobierno había exagerado durante mucho tiempo el peligro que representaba. “Ya no es una amenaza para la seguridad nacional”, dijo el Sr. Fitzpatrick. “Nunca fue operativo en cuanto a ser un combatiente u organizador. Tampoco representa un riesgo de inteligencia para Estados Unidos, ni tiene ningún valor de inteligencia. Si no es operativo y no hay ningún problema de inteligencia, entonces no es una amenaza para la seguridad nacional”. En una carta enviada a la Casa Blanca en julio pasado, Aleksandra Glezmann, la esposa del Sr. Glezmann, habló sobre el compromiso de larga data del presidente Biden con el servicio público mientras pedía un acuerdo. “Te ruego que intervengas personalmente en el asunto de George y hagas todo lo que esté en tu poder para traerlo a casa”, escribió. “Entendemos que los talibanes representan desafíos geopolíticos extremos para Estados Unidos, y no sugerimos que asegurar la liberación de George sea fácil. Pero no entraste en una vida de servicio público para hacer cosas fáciles”. El Sr. Corbett y su familia vivieron en Kabul entre 2010 y 2021. Después de salir de Afganistán durante la retirada estadounidense, el Sr. Corbett regresó en un viaje, para apoyar a sus empleados afganos que continuaban con su negocio de micropréstamos y consultoría. Desde su captura, su esposa, Anna Corbett, y sus hijos han estado presionando a la Casa Blanca y a los funcionarios en Washington para presionar por su liberación. Ambas familias se reunieron con Jake Sullivan, el asesor de seguridad nacional, a finales del año pasado.
