El incidente ocurrió en cuestión de momentos: Dos instructores estadounidenses de un colegio en Iowa fueron apuñalados en la espalda el 10 de junio en el noreste de China. Dos de sus colegas fueron luego cortados en sus brazos izquierdos al enfrentarse al agresor. Un ciudadano chino que intentó intervenir fue apuñalado en el abdomen.
Casi dos meses después, el ataque en la ciudad de Jilin se está convirtiendo en el último de una serie de fricciones diplomáticas entre Estados Unidos y China. R. Nicholas Burns, embajador de Estados Unidos en China, criticó la limitada divulgación de detalles sobre el incidente por parte de Beijing y dijo que estaba presionando activamente por más información.
“Las autoridades del gobierno chino no han proporcionado detalles adicionales sobre los motivos del agresor”, dijo en un comunicado a The New York Times el martes. “Seguimos insatisfechos con la falta de transparencia y hemos dejado claras nuestras preocupaciones al gobierno en Beijing”.
En respuesta, el Ministerio de Relaciones Exteriores de China defendió enérgicamente la forma en que se manejaron las puñaladas. En un comunicado a The Times el miércoles, repitiendo lo que la policía de Jilin dijo poco después de las puñaladas, que el incidente comenzó cuando el agresor, de 55 años, chocó en un camino lleno de gente con uno de los instructores. El comunicado, emitido por la oficina del portavoz del ministerio, agregó que el agresor había tenido problemas para caminar antes de la colisión, pero no dio más detalles.
“Este caso fue un incidente aislado causado por una colisión física y una disputa entre las dos partes”, dijo el comunicado. “No iba dirigido a un país o persona específica, ni contra el personal estadounidense en China. Tales asuntos podrían ocurrir en cualquier país”.
En una entrevista el jueves, otro funcionario del gobierno de Estados Unidos, que insistió en el anonimato debido a sensibilidades diplomáticas, expresó una mayor insatisfacción con la postura de China.
El funcionario estadounidense dijo que el Consulado de Estados Unidos en Shenyang, que se encarga de los asuntos en el noreste de China, fue notificado el miércoles por un fiscal local en la ciudad de Jilin de que el sospechoso sería acusado de “provocar peleas y provocar problemas”. El cargo se usa a menudo contra activistas o personas involucradas en pequeñas disputas vecinales. El funcionario dijo que el gobierno de Estados Unidos no considera que el cargo sea proporcional al crimen.
En otros casos de múltiples puñaladas en China, el cargo a veces ha sido “homicidio intencional” incluso si las víctimas sobrevivieron, según el funcionario.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de China dijo en respuesta a la afirmación del funcionario estadounidense sobre la gravedad del cargo que Estados Unidos “no tiene derecho a interferir en los procedimientos legales de China, ni debe hacer declaraciones irresponsables”.
Las autoridades también han dicho poco públicamente sobre el sospechoso en otro ataque a extranjeros que siguió al incidente de Jilin. El 24 de junio, un hombre chino en Suzhou, una ciudad en el centro-este de China, apuñaló e hirió a una madre y un niño japoneses en una parada de autobús escolar.
Pero una mujer china, Hu Youping, impidió que el agresor subiera al autobús, que transportaba niños japoneses. La Sra. Hu, de 55 años, fue apuñalada repetidamente y luego murió en un hospital cercano.
El ataque de Suzhou desencadenó discusiones en línea en China. Muchos usuarios de internet la elogiaron como heroica, pero algunos nacionalistas chinos inicialmente defendieron al agresor y mencionaron atrocidades cometidas por soldados japoneses en China antes y durante la Segunda Guerra Mundial.
Varios días después del incidente, el gobierno de Suzhou emitió una declaración describiendo las acciones de la Sra. Hu como “correctas”, y la Embajada de Japón en Beijing izó su bandera a media asta por un día en su honor. La policía ha dicho que ha detenido a un sospechoso para una investigación criminal.
En el ataque de Jilin, las autoridades no han identificado al ciudadano chino que intervino para proteger a los cuatro instructores, que eran del Cornell College en Mount Vernon, Iowa, y habían estado enseñando cursos de verano en la Universidad Beihua en Jilin.
El Ministerio de Relaciones Exteriores dijo que el individuo actuó “valientemente” – el primer comentario oficial elogiando al individuo que intervino – y sugirió que el individuo quería permanecer en el anonimato.
“Respecto al contacto con aquellos que actúan valientemente, es importante cumplir con la ley china y respetar los deseos de la persona en cuestión”, dijo el comunicado.
La declaración china también criticó el historial de violencia de Estados Unidos.
“Cabe señalar que el sentimiento anti-China, anti-asiático y el comportamiento discriminatorio en Estados Unidos han representado una amenaza real para la seguridad personal de los ciudadanos chinos en Estados Unidos”, dijo el comunicado.
En entrevistas la semana pasada, más de una docena de residentes de Jilin dijeron que el crimen violento, y en particular las múltiples puñaladas, eran poco comunes en la ciudad. Las cámaras de vigilancia al aire libre son ubicuas en Jilin, como es común en China.
Uno de los víctimas de Jilin, David Zabner, quien fue cortado en el brazo, dijo en una entrevista telefónica que él y los otros instructores fueron llevados en ambulancias a lo que le describieron como el mejor hospital de Jilin. Dijo que le dijeron que el ciudadano chino que intervino había caminado desde el parque donde ocurrió el ataque hasta un hospital de barrio para recibir tratamiento.
El Sr. Zabner dijo que el agresor usó un cuchillo con una hoja de aproximadamente cuatro pulgadas de largo.
Los cuatro instructores – los dos ciudadanos estadounidenses apuñalados en la espalda, así como un ciudadano estadounidense y un ciudadano indio que vive en Estados Unidos como residente permanente – han regresado a Estados Unidos después de recibir tratamiento médico en China y, en un caso, tratamiento adicional en Tailandia.
Videos han circulado en redes sociales de las víctimas de las puñaladas tendidas en un amplio sendero peatonal que desciende por el Parque Beishan de Jilin desde el recientemente restaurado Templo del Emperador de Jade en la cima de una colina. El funcionario estadounidense que habló el jueves se quejó de que las autoridades chinas se han negado a publicar cualquier video del propio ataque.
Sin embargo, es posible que el ataque real no haya sido filmado, ya que ramas de árboles caídas parecen bloquear cualquier vista del sitio desde las cámaras de vigilancia cercanas.
Li You y Siyi Zhao contribuyeron con la investigación.