Aunque las hierbas medicinales tradicionales suelen asociarse con países como China, España también cultiva muchos de sus propios remedios.
Hay uno en particular que se sabe que ayuda a reducir el colesterol y estabilizar los niveles de azúcar en la sangre.
Se trata de las hojas de nabo, o como se les conoce en el mundo científico, Brassica rapa.
La planta se cultiva en Galicia, en el norte de España, y pertenece a la familia de las crucíferas, que incluye el brócoli y la col.
Las hojas de nabo son básicamente las partes verdes y oscuras de los nabos.
Aunque a menudo se utilizan en la cocina, en su forma deshidratada también pueden tener múltiples beneficios para la salud.
Las hojas de nabo están llenas de vitaminas y minerales esenciales, incluyendo vitamina C, vitamina A, hierro, calcio y ácido fólico.
También tienen una alta cantidad de fibra, que ayuda a la digestión y a la salud cardiovascular.
En su forma deshidratada, los nutrientes se vuelven mucho más concentrados, lo que significa que se pueden obtener muchos beneficios de porciones más pequeñas.
El principal beneficio de la planta es su capacidad para reducir los niveles de colesterol debido a sus compuestos antioxidantes y fibra soluble, que reducen el colesterol LDL, también conocido como ‘colesterol malo’.
La fibra soluble se une al colesterol en el sistema digestivo y lo elimina del cuerpo antes de que pueda ser absorbido, reduciendo así el riesgo de enfermedad cardiovascular.
La fibra soluble también ayuda a regular los niveles de azúcar al ralentizar la digestión, lo que reduce la absorción de carbohidratos y evita picos de glucosa en la sangre después de las comidas.
Esto es particularmente beneficioso para quienes sufren de diabetes tipo II.
Según Taste of Home, al buscar hojas de nabo, ya sea sueltas o aún unidas a los bulbos, ‘busca hojas que parezcan sanas y de un verde vibrante sin amarilleo’.
Se pueden disfrutar de varias formas, incluyendo salteadas, hervidas y al vapor.
Básicamente se pueden tratar de la misma manera que otras verduras similares, como la col rizada, las espinacas y las acelgas, por ejemplo, en tortillas, sopas o guisos.