Getty Images reports that India’s economy slumped to a seven-quarter low of 5.4% between July and September, raising concerns about the world’s fastest-growing major economy losing momentum. The latest GDP numbers indicate a slowdown, attributed to weakening consumer demand, sluggish private investment, reduced government spending, and struggling goods exports. Despite still outperforming developed nations, the figure signals a significant deceleration.
Economists point to various factors contributing to this slowdown, such as tepid sales in fast-moving consumer goods companies, shrinking urban wages, and a downward revision of growth forecasts by the Reserve Bank of India. While Finance Minister Nirmala Sitharaman remains optimistic about India’s growth prospects, some argue that the central bank’s focus on curbing inflation through high interest rates may be hindering economic expansion.
Additionally, rising inflation, particularly driven by high vegetable prices, has further complicated the situation. Despite record-high retail credit and increased borrowing, urban demand is weakening, while rural areas benefit from a good monsoon and higher food prices.
The economy’s dual-speed trajectory, with the old economy awaiting reforms and the new economy driven by services exports, creates a challenging environment for sustained growth. Private investment is crucial but relies on strong consumption demand, which is currently lacking. The situation is exacerbated by rising tariffs and interventions to support the falling rupee, further impacting competitiveness and export demand.
Overall, the complex interplay of factors suggests a challenging road ahead for India’s economy, requiring a delicate balance between stimulating growth and managing inflation pressures. Getty Images No quieren mostrar que la moneda de la India es débil “, dijo el Sr. Subramanian, ex asesor económico del gobierno, a la BBC.
Los críticos advierten que el “exagerar la narrativa” de la India como la economía de más rápido crecimiento está obstaculizando reformas esenciales para impulsar la inversión, las exportaciones y la creación de empleo. “Todavía somos un país pobre. Nuestro PIB per cápita es inferior a $ 3,000, mientras que los EE. UU. Está en $ 86,000. Si dices que estamos creciendo más rápido que ellos, no tiene sentido en absoluto “, dice la Sra. Sengupta.
En otras palabras, India requiere una tasa de crecimiento significativamente más alta y sostenida para generar más empleos y aumentar los ingresos.
Impulsar el crecimiento y el consumo no será fácil a corto plazo. La falta de inversión privada, Himanshu sugiere aumentar los salarios a través de programas de empleo dirigidos por el gobierno para aumentar los ingresos y estimular el consumo. Otros como la Sra. Sengupta abogan por reducir aranceles y atraer inversiones en exportaciones alejándose de China hacia países como Vietnam.
El gobierno se mantiene optimista sobre la historia de la India: los bancos son fuertes, las reservas de divisas son sólidas, las finanzas están estables y la extrema pobreza ha disminuido. El principal asesor económico V. Anantha Nageswaran dice que la última cifra del PIB no debe ser sobreinterpretada. “No deberíamos tirar al bebé con el agua sucia, ya que la historia de crecimiento subyacente sigue intacta”, dijo en una reunión reciente.
Claramente el ritmo de crecimiento podría mejorar. Por eso persiste el escepticismo. “No hay nación tan ambiciosa durante tanto tiempo sin tomar [adecuadas] medidas para cumplir esa ambición”, dice la Sra. Sengupta. “Mientras tanto, los titulares hablan de la edad y la década de la India – estoy esperando que eso se materialice”.