¡A medida que avanza el frente ártico, trae no solo temperaturas más frías sino también algo de granizo! Esta precipitación invernal a menudo se confunde con la nieve, la aguanieve y el granizo porque comparte características similares con cada uno de ellos, pero es diferente en términos de cómo se forma, su tamaño y su forma. ¡Sumergámonos en el granizo y aclaremos algunas confusiones!
Primero, para entender el granizo, necesitamos saber que los copos de nieve son la base para su formación. Para que se forme el granizo, deben estar presentes las condiciones que apoyan la nieve. Los copos de nieve están presentes, y la magia sucede cuando gotas de agua sobreenfriada, es decir, agua que permanece líquida a pesar de estar por debajo de cero grados, están en el aire circundante. Cuando estas gotas sobreenfriadas encuentran copos de nieve cayendo, se congela sobre ellos, formando pequeñas bolitas que crecen más grandes a medida que recogen más y más agua sobreenfriada. ¿El resultado? ¡Granizo!
Por lo general, los granos de granizo alcanzan aproximadamente 2-5 mm de tamaño, lo cual es lo suficientemente pequeño para distinguirlos de las piedras de granizo más grandes pero lo suficientemente grande para destacarse de los copos de nieve más ligeros y delicados. Una cosa interesante sobre el granizo es que típicamente es opaco y tiene una textura nítida, casi como de espuma de poliestireno. No es tan duro como el granizo, y no tiene la misma estructura de hielo transparente que verías en la aguanieve o los pellets de hielo.
Ahora, aquí tienes un dato curioso que quizás no sepas sobre esta precipitación invernal: el granizo puede ocurrir tanto en tormentas de invierno como en tormentas eléctricas. Mientras que el granizo solo ocurre en tormentas eléctricas, el granizo es lo suficientemente versátil como para aparecer en ambos tipos de tormentas. Es más común en el clima invernal, pero también puede sorprenderte cuando se acercan tormentas eléctricas durante los meses más fríos.
Otro dato interesante sobre el granizo es su temperatura de formación. Estas gotas de agua sobreenfriada pueden existir a temperaturas tan frías como -40 grados Fahrenheit, pero aquí está el truco, no se congelan hasta que encuentran algo, como un copo de nieve, polvo o incluso polen. Cuando estas gotas golpean algo, se congelan instantáneamente, creando el característico grano de granizo que vemos en el suelo. A veces, estos granos continúan creciendo a través de un proceso llamado acreción, que es cuando más gotas de agua sobreenfriada se congelan sobre el grano inicial. Esto puede hacer que el granizo adquiera una forma más redondeada, similar a la de una bola, en lugar de mantener la típica formación dendrítica de un copo de nieve.
Es fascinante cómo algo tan pequeño puede tener tanta intriga científica, ¿verdad? Así que la próxima vez que estés afuera en el clima invernal y veas lo que parece nieve, echa un vistazo más de cerca. Podría muy bien ser granizo, ¡y ahora sabrás exactamente cómo se forma y por qué es diferente de otros tipos de precipitación invernal!
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