¿Quieres vivir hasta los 100 años? Considera mudarte a este hermoso lugar en el norte de España, hogar del mayor número de centenarios por habitante.
Muchos expatriados se mudan a España para jubilarse, pero ¿dónde deberías mudarte para sacar el máximo provecho de tus años restantes?
Según un nuevo estudio realizado por la Sociedad Geriátrica Gallega y el grupo de investigación LONXENV de la Universidad de Vigo, la región norteña es el hogar de la mayor cantidad de centenarios en España.
Galicia tiene unos 75,79 centenarios por cada 100.000 habitantes, pero eso no es todo.
La región también alberga áreas más pequeñas con tasas de longevidad similares a las llamadas “zonas azules”. Eso significa que hay más centenarios en estas áreas que el promedio mundial.
Uno de los demógrafos detrás de este término, Michel Poulain, visitó recientemente Santiago de Compostela, donde insinuó que dos provincias gallegas podrían convertirse en la séptima zona azul.
Ourense y Pontevedra están en la carrera gracias a su alta tasa de longevidad, demostrada por José María Failde, presidente de la Sociedad Geriátrica Gallega.
Para identificar por qué viven tanto, Failde está llevando a cabo una investigación adicional sobre los hábitos de los centenarios saludables en la zona.
La investigación cuenta con el apoyo de Ourensividad, una organización benéfica dedicada a promover el bienestar y el envejecimiento “activo” en la zona.
Según el presidente, Pablo García Vivanco: “Ourense es un lugar ideal para estudiar la longevidad debido a su población.”
“Esperamos crear políticas sociales enfocadas en el estilo de vida y la nutrición, pensando en el futuro.”
Vivanco acompañó al periódico español La Vanguardia mientras descubrían los secretos de los centenarios de Galicia.
El viaje comienza en Beade, rodeado de montañas verdes y a un paso de Portugal.
Allí, Eustaquio Pérez, de 103 años, dice deber su avanzada edad a la actividad física y la resistencia.
Eustaquio pasó su juventud transportando sacos de café y azúcar a Portugal y luego trabajó en agricultura y construcción.
También dice que levantarse temprano, mantener una rutina y no cenar le ayudan.
“Me levanto todas las mañanas a las 5 a cuidar de mis ovejas. Luego, me echo una siesta y veo una película de vaqueros”, dijo.
Su dieta consiste solo en productos naturales de su jardín y a menudo su cena es tan ligera que la omite por completo (dos galletas y un poco de leche).
Contrariamente a los consejos médicos, Eustaquio siempre ha evitado los medicamentos e incluso no está vacunado contra el Covid-19.
Sin embargo, ha recibido tratamiento por hernias y cáncer de próstata.
En cuanto a la salud mental, él dice: “Mi filosofía de vida es aceptar lo que venga y adaptarme a los cambios, siempre teniendo sentido del humor y no teniendo miedo a la muerte.”
A solo 40 minutos por carretera se encuentra Esperanza Cortiñas, con impresionantes 107 años.
Nacida en 1916, todavía tiene la energía de una adolescente, algo que atribuye a la “música y el baile”.
“Amo el tango, pero soy amante de todo tipo de música y tengo más de siete premios de competiciones de baile en todo el país. Es la música y el baile lo que me han ayudado a llegar a esta edad”, dijo.
Sin embargo, su vida no ha estado libre de dificultades.
Su madre dejó a sus cuatro hijos para emigrar a Cuba, dejando a Esperanza y sus hermanos para mantenerse a sí mismos.
Amante de la moda, ha trabajado en Galicia y París, siempre en busca de nuevas oportunidades: “Tengo más de cuarenta pares de zapatos, los brillantes son mis favoritos”, admite.
A pesar de vivir más de un siglo, Esperanza también tiene una piel radiante: “Mi truco de belleza siempre ha sido usar una crema simple del supermercado. Nada más.”
Aunque sufrió una cadera rota hace solo dos meses, se está recuperando con sorprendente facilidad.
“Siempre he estado bien de salud”, dijo.
“No bebo además de un café con azúcar y aguardiente por la mañana. Como de todo.”
Ahora, dice que su mayor sueño es volver a la pista de baile.
Siempre la socialité, su hija Aurora afirma que la mujer de 107 años “no puede caminar más de 20 pasos sin que alguien se detenga para charlar con ella”.
Luego, La Vanguardia regresó a la frontera portuguesa para conocer a José Salgado, de 100 años.
Recientemente jubilado, José debe su longevidad a trabajar en la tierra hasta los 97 años.
“Comencé a trabajar a los 14 años y desde entonces he hecho muchas cosas, taxista, empresario, agricultor y molinero”, dijo.
“Hasta los 97 años trabajaba en mi huerto, con la misma dedicación que un joven.”
A pesar de retirarse hace tres años, se mantiene activo leyendo el periódico y tallando modelos.
José nunca ha bebido ni fumado, aunque admite que sus placeres culpables son la “sal y la grasa”.
Incluso ha comenzado a escribir un libro sobre su vida y dice que tiene tres cosas más por lograr: “arreglar algo de tierra, reconectar con una chica que me gustaba y ver un poco más del mundo.”
Padre de dos, abuelo de cinco y bisabuelo de cinco, aconseja a los jóvenes “disfrutar de las pequeñas cosas”, diciendo que “no encuentras la felicidad en grandes viajes y aventuras”.
Según Pablo García Vivanco, presidente de Ourensividad, la cantidad de centenarios en la zona se debe en parte a la dieta atlántica, que consiste en productos frescos y de temporada.
También atribuye al agua en la región como una “fuente de juventud”.
Roberto Fernández, médico de cabecera en la zona, dice: “Los hábitos saludables y la resistencia son factores importantes para la longevidad en Ourense, aunque aún no hemos encontrado factores comunes en los centenarios de la zona.”
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