Esta es la ‘técnica de la pizza’ que están utilizando los okupas en España para apuntar a TUS viviendas vacías.

Los ocupas han sido una plaga en el mercado inmobiliario de España durante años, con innumerables historias de horror habiendo sido reportadas por el Olive Press.

Desafortunadamente, bajo las leyes actuales, sigue siendo más fácil que nunca tomar posesión de la propiedad de alguien, siendo los apartamentos de vacaciones vacíos uno de los más en riesgo.

El año pasado, el Olive Press informó cómo un propietario británico fue brutalmente atacado por ocupas después de descubrir que se habían instalado en su apartamento en la Costa del Sol.

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Si los ocupas pueden demostrar que han estado dentro de una casa durante más de 48 horas, legalmente pueden afirmar que tienen derecho a quedarse, lo que desencadena una batalla legal de meses o incluso años con el propietario.

Todo eso podría cambiar el próximo año después de que una enmienda a la ley fuera aprobada la semana pasada, la cual aceleraría todos los casos de desalojo de ocupas, sin embargo, la ley debe recibir la aprobación final y es poco probable que entre en vigencia hasta al menos enero de 2025.

Según el periódico con sede en Madrid La Razón, uno de los últimos métodos utilizados por los llamados ‘okupas’ es simplemente pedir una pizza.

Los ocupas piden una pizza en la dirección que quieren ocupar. Detienen al repartidor en la puerta o en el rellano de las escaleras y pagan por dicha pizza.

LEAR  Transcripción: Frank McCourt en español

Después de esto, desaparecen durante un par de días, y luego regresan y ocupan la vivienda.

Cuando la policía llega después de ser llamada por vecinos o propietarios, muestran el recibo de la entrega de pizza para ‘demostrar’ que han estado en la casa por más de 48 horas.

Esto impide que la policía pueda desalojarlos inmediatamente, obligando al propietario a pasar por los tribunales.

Mientras que el 80% del tiempo lleva un promedio de cuatro a nueve meses asegurar un desalojo, en muchos casos puede llevar años.

Muchos ocupas saben cómo manipular la ley y presentarán apelaciones y reclamarán un estado de ‘vulnerabilidad’ en un intento de retrasar el proceso.

Muchas de las viviendas objetivo se encuentran en áreas con tribunales saturados, ralentizando aún más el proceso.

La ley actual también otorga protección especial si los ocupas tienen hijos. Requiere la intervención de servicios sociales, complicando aún más los procedimientos legales.