Parham Ghobadi
BBC Persa
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Irán y Estados Unidos han celebrado una segunda ronda de conversaciones nucleares de alto riesgo en Roma – y acordaron reunirse nuevamente la próxima semana – incluso cuando las esperanzas de desescalada se ven empañadas por amenazas militares crecientes y mensajes mixtos.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, recuerda a Teherán casi todos los días sus opciones: un acuerdo o la guerra.
Anteriormente había dicho que Israel lideraría una respuesta militar si las conversaciones fracasaban.
El miércoles, The New York Times informó que Trump había “descartado” un plan israelí para atacar sitios nucleares iraníes tan pronto como el próximo mes.
“No diría que lo descarté. No tengo prisa por hacerlo”, dijo Trump a los reporteros en respuesta al artículo del jueves, agregando que prefería darle una oportunidad a la diplomacia.
“Creo que Irán tiene la oportunidad de tener un gran país y vivir felizmente sin muerte… Esa es mi primera opción. Si hay una segunda opción, creo que sería muy mala para Irán.”
Después de que ambas partes describieran la primera ronda de conversaciones en Omán el fin de semana pasado como constructivas, Trump dijo que tomaría “una decisión sobre Irán muy rápidamente”.
Por qué Irán volvió a la mesa de negociaciones
En 2018, Trump sacó a Estados Unidos de un acuerdo de 2015 que permitía a Irán limitar sus actividades nucleares y permitir inspecciones por parte de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) a cambio de alivio de sanciones.
Dijo que hacía poco para detener la posible vía de Irán hacia un arma nuclear y restableció las sanciones estadounidenses como parte de una campaña de “máxima presión” para obligar a Irán a negociar un nuevo acuerdo.
Sin embargo, Irán se negó y violó cada vez más las restricciones en represalia. Ahora ha acumulado suficiente uranio altamente enriquecido para fabricar varias bombas si así lo decidiera – algo que dice que nunca haría.
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El presidente Masoud Pezeshkian fue mostrado la tecnología nuclear de Irán en una exposición en Teherán a principios de este mes
La amenaza de acción militar parece haber desempeñado un papel en hacer que Irán vuelva a la mesa de negociaciones. Sin embargo, insiste en que no es la razón.
El sitio web del Líder Supremo, Ayatolá Ali Jamenei, dijo que Irán había acordado las conversaciones solo porque Estados Unidos limitó estrictamente sus demandas a cuestiones nucleares – no por temor a los ataques de Estados Unidos e Israel.
Aun así, llegar a un acuerdo sigue estando lejos de ser seguro.
El Enviado Especial de Trump para Oriente Medio, Steve Witkoff, quien lidera el equipo negociador de Estados Unidos, publicó en X el martes: “Cualquier acuerdo final debe establecer un marco para la paz, la estabilidad y la prosperidad en Oriente Medio – lo que significa que Irán debe detener y eliminar su programa de enriquecimiento y de armamentización nuclear.”
Esto ocurrió justo un día después de que sugiriera en una entrevista con Fox News que a Irán se le permitiría continuar enriqueciendo uranio.
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El enviado de Estados Unidos Steve Witkoff (I) y el Ministro de Relaciones Exteriores iraní Abbas Araghchi (D) encabezan los dos equipos negociadores
“No necesitan enriquecer más allá del 3.67%”, dijo, refiriéndose al límite establecido por el acuerdo nuclear de 2015.
“Esto va a ser principalmente sobre verificación del programa de enriquecimiento y luego, en última instancia, sobre la verificación de la armamentización.”
El Ministro de Relaciones Exteriores de Irán, Abbas Araghchi, jefe de la delegación iraní, respondió señalando las “declaraciones contradictorias” de Witkoff y enfatizando que “las posiciones reales se aclararán en la mesa de negociaciones”.
“Estamos listos para construir confianza con respecto a posibles preocupaciones sobre el enriquecimiento de Irán, pero el principio del enriquecimiento no es negociable”, dijo.
Fervor diplomático
Las conversaciones del sábado en Roma llegan en medio de un frenesí de actividad diplomática.
El Ministro de Defensa de Arabia Saudita, el Príncipe Khalid bin Salman, visitó Teherán el jueves, entregando un mensaje personal de su padre, el Rey Salman, al Ayatolá Jamenei. También se reunió con el Presidente de Irán, Masoud Pezeshkian.
Irán ha advertido que cualquier acción militar de Estados Unidos sería respondida con represalias contra bases estadounidenses en la región – muchas de ellas alojadas por los vecinos árabes de Irán.
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El Líder Supremo de Irán, Ayatolá Ali Jamenei (D), se reunió con el Ministro de Defensa saudí, el Príncipe Khalid bin Salman (I), en Teherán
Al mismo tiempo, Araghchi visitó Moscú y entregó una carta de Jamenei al Presidente ruso, Vladimir Putin.
Irán y Rusia han fortalecido sus lazos militares desde el inicio de la guerra en Ucrania, con Teherán acusado de suministrar drones para apoyar el esfuerzo de guerra de Moscú.
El parlamento ruso ratificó una asociación estratégica de 20 años entre Irán y Rusia hace 10 días. Sin embargo, el acuerdo no incluye una cláusula de defensa mutua.
Mientras tanto, el jefe de la AIEA, Rafael Grossi, completó una visita de dos días a Teherán esta semana, reuniéndose con funcionarios nucleares iraníes y el ministro de Relaciones Exteriores en un intento de aliviar tensiones y restablecer protocolos de inspección.
Atmósfera de desconfianza
Desde que Trump volvió al cargo este año, el Ayatolá Jamenei ha denunciado consistentemente las negociaciones con Washington.
“Negociar con esta administración no es lógico, ni sabio, ni honorable”, dijo en un discurso en febrero, apenas dos meses antes de acordar la ronda actual de conversaciones.
La desconfianza del líder supremo proviene de la retirada de Trump del acuerdo nuclear, la campaña de “máxima presión” que siguió y el asesinato del General Qassem Soleimani en un ataque estadounidense en Iraq en 2020.
El Ayatolá Jamenei expresó satisfacción con la primera ronda de conversaciones, diciendo que se “implementó bien”.
Pero advirtió que no estaba “ni excesivamente optimista ni excesivamente pesimista”.
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Hasta seis bombarderos B-2 de Estados Unidos se trasladaron en marzo a una base en la isla del océano Índico de Diego García
También ha advertido anteriormente que Irán retaliaría en caso de ataques a su programa nuclear.
Algunos funcionarios, incluido su asesor Ali Larijani, incluso han dicho que Irán podría verse “forzado” a adquirir un arma nuclear si es atacado.
“No estamos buscando armas, y no tenemos problema con la supervisión de la AIEA – incluso indefinidamente. Pero si recurren a bombardeos, Irán no tendrá más remedio que reconsiderar. Eso no está en su interés”, dijo Larijani a la televisión estatal a principios de este mes.
¿Directo o indirecto?
Cada lado está promoviendo su propia narrativa sobre cómo se están llevando a cabo las conversaciones.
Estados Unidos dice que son directas. Irán dice que son indirectas, y que Omán está mediando mediante el intercambio de notas escritas.
Después de la primera ronda en Mascate, Araghchi reconoció que tuvo un breve intercambio con Witkoff “por cortesía diplomática” al cruzarse en el camino.
El sitio web de noticias Axios, citando fuentes, informó que los dos jefes negociadores hablaron durante hasta 45 minutos.
Teherán prefiere la discreción. Washington busca publicidad.
Después de que ambos lados emitieran declaraciones positivas sobre la primera ronda, la moneda de Irán se disparó un 20%.
El liderazgo de Irán es consciente del descontento público por las duras condiciones económicas del país – y el potencial de protestas que esto podría desencadenar.
Para la República Islámica, el temor no es solo por las bombas, también son las protestas.
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