Uno de los enviados de Donald Trump a los estadounidenses de origen árabe es Massad Boulos, un empresario nacido en Líbano que se mudó a Texas cuando era adolescente. Habla árabe, inglés y francés, y recientemente se unió a la familia Trump cuando su hijo se casó con la hija menor del expresidente.
Boulos ha asumido el desafío de tratar de convencer a una comunidad polícamente influyente enojada con el presidente Joe Biden de que Trump es una mejor opción. Sin embargo, muchos estadounidenses de origen árabe también señalan que Trump se ha posicionado como más pro-Israel que Biden y ha hecho comentarios y anuncios de política que los críticos consideran islamofóbicos.
Trump ha colocado desde hace mucho tiempo a miembros de la familia y sus familiares en roles clave en sus campañas y la Casa Blanca. Boulos, cuyo hijo Michael se casó con Tiffany Trump hace dos años, es el pariente más reciente en ascender en la órbita política de Trump mientras utiliza conexiones de larga data en un esfuerzo por construir apoyo para la campaña presidencial de 2024 del nominado republicano presunto.
Algunos aliados de Trump creen que pueden capitalizar la disensión dentro de la base demócrata de Biden por su apoyo a la ofensiva israelí en Gaza. Biden enfrentó un voto de protesta significativo durante las primarias de Michigan en febrero en áreas con un alto número de estadounidenses de origen árabe, que son un importante bloque demócrata.
“Obviamente el punto número uno de alta prioridad dentro de la comunidad estadounidense de origen árabe es la actual guerra en el Medio Oriente”, dijo Boulos en una entrevista. “Y la pregunta es, ¿quién puede traer paz y quién está trayendo guerra? Y ellos saben la respuesta a eso.”
Varias personas que se han reunido con Boulos también señalan las declaraciones de Trump sobre árabes y musulmanes. Durante su presidencia, Trump prohibió la inmigración de varios países de mayoría musulmana y cuestionó la lealtad de los legisladores musulmanes que sirven en el Congreso. Ahora, mientras hace campaña para un segundo mandato después de perder en 2020, Trump a veces ha criticado a Biden por no ser lo suficientemente solidario con Israel y ha amenazado con deportar a manifestantes pro-palestinos a los que etiqueta como seguidores de Hamas.
Un heredero se adentra en la política estadounidense
Boulos, de estatura media, con cabello negro encanecido, gafas cuadradas y una sonrisa cálida y amigable, a menudo es elogiado por su tranquilidad y humildad, cualidades no siempre asociadas con alguien que supervisa un conglomerado multimillonario.
Nacido en Líbano, Boulos se mudó a Texas poco antes de asistir a la Universidad de Houston y obtener un doctorado en jurisprudencia. Boulos dijo que participó activamente en la política republicana mientras era estudiante.
Después de graduarse, finalmente se unió al negocio familiar de tres generaciones y se convirtió en el director gerente y CEO del conglomerado SCOA Nigeria, especializado en el ensamble y distribución de vehículos y equipos motorizados.
Boulos tiene experiencia política en su país natal, habiendo postulado sin éxito a un escaño parlamentario en Líbano en 2009. Se describe a sí mismo como un “amigo” de Sleiman Frangieh, un político cristiano aliado con el partido chiita y el grupo militante Hezbollah. Frangieh es actualmente el candidato respaldado por Hezbollah para la vacante presidencial de Líbano.
Partidario de Trump desde lejos desde su primera campaña, Boulos se involucró más directamente después de conocer a Trump en una fiesta navideña en la Casa Blanca en 2019. En ese momento, Michael Boulos estaba saliendo con Tiffany Trump.
Massad Boulos no ha realizado donaciones recientes, según registros de financiamiento de campañas. Pero en un viaje a Michigan este mes, asistió a lo que describió como un “evento de recaudación de fondos privado” con el presidente de la Cámara de Representantes de EE. UU., Mike Johnson, R-La., la representante de EE. UU. Lisa McClain, R-Mich., y unos 50 estadounidenses de origen árabe.
Boulos ayudó con la campaña de 2020, pero su papel se ha expandido significativamente desde que su hijo se casó con Tiffany Trump en 2022, especialmente a medida que la insatisfacción de los estadounidenses de origen árabe con Biden presentó lo que los aliados de Trump creen que es una mayor oportunidad política.
“Un voto menos para Biden es un voto para Trump”, dijo Bishara Bahbah, presidente del grupo Arab Americans for Trump.
Boulos mantiene una “relación de trabajo muy cercana” con el grupo, dijo Bahbah.
El grupo, que dice ser independiente de la campaña de Trump, ha establecido operaciones en Michigan y Arizona, estados identificados como áreas prioritarias por “personas cercanas a Trump”, dijo Bahbah.
Una reunión en mayo en Troy, Michigan, contó con la presencia de Massad y Michael Boulos, así como de Richard Grenell, quien fue embajador de Trump en Alemania y es asesor clave de política exterior del ex presidente. Aproximadamente 40 activistas estadounidenses de origen árabe de todo el país asistieron.
Aunque Arab Americans for Trump estuvo involucrado en el evento, Boulos dijo que principalmente fue iniciativa de Grenell. La reunión recibió críticas mixtas, con algunos asistentes diciendo que carecía de sustancia y no abordaba sus preocupaciones en relación con Trump.
“Grenell no dijo qué harían, pero siguió recordándonos que cuando Trump era presidente, no había ninguna guerra en absoluto y que lanzó el mayor esfuerzo de paz en el Medio Oriente. Pero la mayoría de árabes y musulmanes no consideran los Acuerdos de Abraham un acuerdo de paz”, dijo Khaled Saffuri, activista político estadounidense de origen árabe que estuvo presente.
Según varias personas presentes en la reunión, Grenell intentó llamar a Trump para que se dirigiera a los asistentes por teléfono. El ex presidente no contestó.
Grenell y la campaña de Trump declinaron hacer comentarios.
Poco más de una semana después, Boulos regresó para otra ronda de compromisos. Esta vez, tuvo varias reuniones con casi 50 miembros de la comunidad estadounidense de origen árabe, junto con sesiones individuales con personas identificadas como líderes de “alto objetivo” por Mike Hacham, coordinador de Arab Americans for Trump en Michigan.
Boulos dijo que hasta ahora sus esfuerzos han sido “más un esfuerzo personal para reconectar con amigos”. Dijo que generalmente comienza las reuniones hablando durante cerca de 20 minutos, exponiendo los registros de las presidencias de Biden y Trump. Luego abre el piso para cualquier pregunta.
Siblani tuvo una reunión de casi dos horas con Boulos, quien estuvo acompañado por Bahbah, presidente de Arab Americans for Trump.
Según Siblani, Boulos argumentó que las cosas estaban mejor para los estadounidenses de origen árabe bajo Trump y que el mundo vio menos conflictos y menos guerras durante su presidencia, sugiriendo que Trump podría ayudar a resolver el conflicto en Gaza.
Pero cuando Siblani se resistió, dijo que Boulos carecía de “hechos para probar su afirmación de que Trump es mejor”.
“Massad no puede convencer a las personas de ponerse del lado de Trump porque no ha ofrecido nada sustancial a la comunidad, excepto que su hijo está casado con la hija de Trump y tiene acceso”, dijo Siblani. “Está bien, pero lo que necesitamos son políticas y lo que hará Trump.”
En entrevistas, Boulos dijo que Trump “respeta y admira” a la comunidad estadounidense de origen árabe. Negó la existencia de una “prohibición musulmana”, que es como muchos opositores de Trump se refieren a su prohibición de inmigrantes de varios países de mayoría musulmana. Boulos argumentó que en realidad era una “evaluación extrema de ciertas partes del mundo”.
Los mensajes clave que surgen de estas reuniones, dijo Boulos, se comunican a Trump. Boulos destacó una publicación reciente en redes sociales de Trump que prometía llevar “paz en el Medio Oriente” si era reelegido, como evidencia. Boulos afirmó que el momento de la publicación “no fue una coincidencia” sino una respuesta a “escuchar las preocupaciones de la comunidad”.
La declaración de Trump, publicada en su plataforma de redes sociales, Truth Social, el 4 de junio, no fue suficiente para varios líderes comunitarios que se reunieron con Boulos.
En un comunicado, el portavoz de la campaña de Trump, Brian Hughes, dijo que la campaña está “agradecida de que los partidarios del presidente Trump estén trabajando para comunicarse con esta comunidad”.
“Compartimos la creencia de que las fallidas políticas de Oriente Medio de Biden han traído muerte, caos y guerra a la región. Esa falla llevó a decenas de miles de demócratas a votar ‘no comprometido’ en las primarias presidenciales de Michigan. La campaña de Trump ha y seguirá comunicándose con esos votantes y recordándoles que las políticas del presidente Trump en Oriente Medio trajeron a esa región niveles históricos de paz y estabilidad”, dijo Hughes.
Algunos en la comunidad todavía sienten que hay otras opciones además de Trump y Biden. La candidata del Partido Verde, Jill Stein, visitó Dearborn este año para reunirse con líderes y recientemente tuvo conversaciones con el alcalde de la ciudad, Abdullah Hammoud, sobre la posibilidad de que él se convierta en su compañero de fórmula.
Hammoud, con 34 años, no es elegible para servir como vicepresidente. La Constitución de EE. UU. requiere que tanto el presidente como el vicepresidente tengan al menos 35 años.
Funcionarios de la administración de Biden también han visitado Dearborn para reunirse con líderes locales y han mantenido un contacto continuo con ellos, incluido Siblani.
Ammar Moussa, portavoz de la campaña de Biden, criticó el alcance de los aliados de Trump, diciendo en un comunicado que Trump “es la mayor amenaza para la comunidad musulmana y árabe”.
“Él y sus aliados creen que no pertenecemos a este país y Trump está hablando abiertamente sobre permitir que Israel bombardee Gaza sin importarle”, dijo Moussa, quien es estadounidense de origen árabe. “Trump y su campaña son racistas e islamófobos. Punto. Por otro lado, el presidente Biden está trabajando incansablemente hacia una paz justa y duradera”.
Hasta las elecciones de noviembre, Boulos dijo que seguirá dividiendo su tiempo entre administrar su compañía y reunirse con la comunidad estadounidense de origen árabe.