ESPAÑA está enviando un barco de guerra al Estrecho de Gibraltar en una misión de ‘observación y disuasión’ durante un momento de tensiones elevadas con el Territorio Británico de Ultramar.
El Estado Mayor de la Defensa de España ha anunciado que el Rayo, un buque de patrulla marítima de 2860 toneladas y 94 metros de eslora, llevará a cabo operaciones en el Estrecho y en el Mar de Alborán ‘para ayudar a garantizar la seguridad de las áreas marítimas nacionales’.
El Rayo es uno de los dos buques de la clase Metereo de la armada española, también conocidos como BAM (Buque de Acción Marítima), que están diseñados para ‘controlar áreas de soberanía española e interés nacional’.
El despliegue llega en un momento particularmente sensible, ya que funcionarios españoles acusan a Gibraltar de ‘invadir sus aguas soberanas’ con un gran proyecto de recuperación de tierras en el lado mediterráneo de la Roca.
El Proyecto del Eastside es un ambicioso desarrollo comercial de 340 millones de euros que incluirá un puerto deportivo para super yates, edificios de oficinas, un centro comercial y apartamentos residenciales.
Aunque se ha afirmado que gran parte de la recuperación de tierras provendrá de escombros sobrantes de la construcción del túnel de Kingsway, se cree que también se está transportando tierra desde canteras al otro lado de la frontera en Casares y Manilva.
El Ministerio de Asuntos Exteriores español dijo la semana pasada que había protestado varias veces sobre el vertido de desechos de construcción, que afirma que Gibraltar está llevando a cabo en aguas territoriales españolas.
El ministerio afirma que la recuperación de tierras es una violación del derecho internacional, así como una infracción de las leyes españolas y europeas de protección ambiental, según The Diplomat en España.
La presencia de un barco de guerra español probablemente se verá como una provocación tanto en Gibraltar como en Londres, y volverá a plantear la espinosa cuestión de las aguas en disputa alrededor de la Roca.
Es un punto conflictivo que se calienta cada verano, generalmente cuando se considera que los barcos pesqueros han ‘violado aguas territoriales soberanas’ de un lado u otro.
El Proyecto del Eastside, controvertido, prevé un gran desarrollo que consistirá en un hotel, 2.500 apartamentos, instalaciones comerciales y un puerto deportivo.
Pero las apuestas serán considerablemente mayores con el Rayo en escena.
Gibraltar reclama aguas territoriales que se extienden tres millas náuticas (5,5 km) hacia el mar alrededor de la península, mucho menos de las 12 millas náuticas permitidas por la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (UNCLOS).
Por otro lado, los españoles sostienen que, según el Tratado de Utrecht de 1713 que cedió Gibraltar al Reino Unido, las aguas no estaban incluidas y por lo tanto siguen siendo españolas.
Sin embargo, esto crea la absurda proposición prima facie de que alguien que nada en el mar en una playa de Gibraltar técnicamente estaría violando las aguas territoriales soberanas españolas.
No obstante, los españoles consideran el asunto lo suficientemente serio como para recurrir a la diplomacia de cañoneras.
Esto se produce mientras el gobierno de Gibraltar advierte que España ya está instalando las instalaciones para imponer una frontera dura en el territorio una vez que se implemente el nuevo Sistema de Entrada y Salida de la UE en noviembre.
Ambas partes se están preparando para la posible falla de las negociaciones posteriores al Brexit, lo que probablemente ponga fin a la actual frontera fluida por la que cruzan 15.000 personas al día.
Pero hablando con GBC sobre los cánticos de Gibraltar español, el Ministro Principal Fabian Picardo señaló que tales tensiones veraniegas con España no son ‘nada nuevo’.
“A medida que nos acercamos a agosto cada año, la cuestión de Gibraltar siempre surge”, dijo.
“Los muchos problemas muy serios de política en España desaparecen de las portadas de los periódicos y la última tontería de Gibraltar podría llegar a la portada, alimentando los prejuicios habituales.
“Los partidos políticos españoles, especialmente los de derecha, utilizan a Gibraltar como un tambor con el que obtener apoyo y por eso tenemos que denunciarlo cada vez que sucede”.
El Rayo zarpará el 28 de julio en una misión de aproximadamente 10 días antes de atracar en Málaga entre el 7 y el 9 de agosto.