El gobierno español ha bloqueado una oferta de 600 millones de euros de un consorcio húngaro por el fabricante de trenes Talgo, citando ‘riesgos para la seguridad nacional y el orden público’.
“El gabinete acordó hoy no autorizar la inversión extranjera directa en Talgo por parte de Ganz-Mavag Europe Private Limited”, dijo el Ministerio de Finanzas en un comunicado. “El análisis ha determinado que autorizar esta operación conllevaría riesgos para la seguridad nacional y el orden público”.
El consorcio húngaro Ganz-Mavag, respaldado por el líder populista del país, Viktor Orbán, ha prometido apelar ante la Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Supremo y buscar ‘compensación por todos los daños causados’ después de la decisión.
Criticaron el veto, diciendo: “Esta es una decisión arbitraria del gobierno sobre una empresa no estratégica, que no tiene autorización de seguridad y, por lo tanto, carece de tecnología que podría afectar a la seguridad nacional”.
Las acciones de Talgo cayeron hasta un 10% después de la decisión, que ha provocado el último conflicto entre el gobierno populista pro-Putin de Hungría y los Estados miembros de la UE.
Talgo construye trenes para Renfe, el operador ferroviario estatal de España. Crédito: Cordon Press
Aunque el Ministerio de Finanzas español se negó a revelar el análisis en el que se basó su decisión, argumentando que el material es ‘clasificado’, se cree ampliamente que los temores sobre los estrechos vínculos del gobierno húngaro con Rusia y la amenaza potencial para la infraestructura ferroviaria nacional crítica influyeron en el veto.
Dijo que su intervención estaba en línea con la ley nacional y de la UE sobre inversión extranjera, que permite a los Estados miembros bloquear acuerdos por motivos de seguridad pública.
El 45% del consorcio Ganz-Mavag es propiedad de Cornivius, una institución estatal de financiamiento para el desarrollo que coinviernte con empresas húngaras en el extranjero.
El consorcio hizo su oferta por primera vez en marzo, que fue recibida por la junta directiva de Talgo como ‘atractiva’ y ‘amistosa’.
Sin embargo, el ministro de Transportes, Oscar Puente, prometió hacer ‘todo lo posible’ para bloquear la adquisición.
El principal consumidor de Talgo es Renfe, el operador ferroviario estatal español.
La Asociación Española de Accionistas Minoritarios de Sociedades Cotizadas ha prometido emprender acciones legales contra el gobierno socialista liderado por Pedro Sánchez, alegando que el veto es ‘perjudicial’ y ‘lleno de irregularidades’.