La empresa estatal de construcción naval de España, Navantia, ha intervenido para salvar el icónico astillero británico que construyó el Titanic en un acuerdo de último minuto.
La adquisición de Harland & Wolff asegurará alrededor de 1,000 empleos en todo el Reino Unido y garantiza la supervivencia de los cuatro históricos astilleros de la compañía, incluida su famosa base en Belfast.
El gigante español de la construcción naval, que aún no ha revelado el precio de compra, tomará el control de las instalaciones en Irlanda del Norte, así como de Arnish y Methil en Escocia, y Appledore en el suroeste de Inglaterra.
Navantia ya tiene contratos con la Royal Navy para construir tres buques de apoyo.
El ministro de Irlanda del Norte, Hilary Benn, dio la bienvenida a la adquisición española, describiéndola como “una gran noticia para Belfast, para la economía de Irlanda del Norte y, sobre todo, para la altamente calificada fuerza laboral de construcción naval de Harland and Wolff.”
El rescate llega después de un período turbulento para la empresa británica de 163 años, que se vio obligada a llamar a los administradores en septiembre después de luchar con el aumento de los costos de energía y la deuda creciente.
El gobierno del Reino Unido había rechazado previamente la solicitud de la compañía de una facilidad de crédito de 240 millones de euros, lo que llevó a la suspensión de sus acciones en la Bolsa de Londres en octubre.
El acuerdo refuerza la posición de Navantia en la construcción naval británica, construyendo sobre una relación existente que vio a las dos compañías firmar un acuerdo de fabricación el año pasado para un proyecto de buques de apoyo de la Royal Navy de 2 mil millones de euros.
Funcionarios del gobierno británico confirmaron que la adquisición garantizaría la finalización de tres vitales buques de apoyo para los portaaviones del Reino Unido, diseñados para transportar municiones, repuestos y suministros.
Navantia espera finalizar la compra para finales de enero, sujeta a la aprobación regulatoria, marcando un nuevo capítulo en la histórica historia de Harland & Wolff, que fue fundada en 1861 y se elevó como uno de los principales constructores de barcos del mundo durante la edad de oro de los transatlánticos.