Esculturas raras de Orihuela valoradas en 250,000 euros que terminaron en un desguace local.

La investigación sobre la venta ilegal de chatarra por parte de empleados del Ayuntamiento de Orihuela, que está siendo investigada por los juzgados de Orihuela, revela una escena con tintes grotescos, la venta de cinco esculturas de hierro y cobre muy raras de palmeras por la prestigiosa empresa arquitectónica Muher Art, que hasta el año pasado se encontraban fuera de la casa museo del hijo predilecto de Orihuela, el poeta Miguel Hernández.

Fueron realizadas en nombre de la antigua CAM, que las donó en 2008 al Ayuntamiento en el aniversario de la muerte del poeta.

Valoradas en 50,000 euros cada una, un total de 250,000 euros, al ser retiradas fueron colocadas en un almacén municipal para su custodia.

Sin embargo, el 17 de marzo de 2023, alrededor de la 1:00 p.m., un vehículo propiedad del ayuntamiento las trasladó desde el almacén municipal a una empresa de reciclaje de hierro y metal en el polígono industrial de Puente Alto donde fueron vendidas por peso como chatarra.

En total, había casi 4 toneladas de hierro y cobre que generaron un total de 940.8 euros, en efectivo, que nunca se ingresaron en las cuentas municipales.

La venta fue formalizada por funcionarios municipales que, según sus declaraciones, lo hicieron siguiendo instrucciones de la persona a cargo del almacén, a quien el juzgado ha citado a comparecer en persona el 18 de diciembre por un presunto delito de malversación.

Este gerente se dijo que supervisaba el almacén municipal dentro del Departamento de Infraestructuras mientras estaba en manos de Ciudadanos, que se ha desvinculado por completo de las acciones que se alega que se llevaron a cabo.

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En su declaración, el gerente negó que se estuviera reciclando material y que nunca había dado ninguna orden al respecto, afirmando que si fuera el caso habría informado al técnico municipal correspondiente. Sin embargo, sí reconoció que tres días antes de que las palmeras fueran llevadas al depósito de chatarra, el 14 de marzo, la Guardia Civil Seprona emitió una multa por el almacenamiento al aire libre no controlado de residuos orgánicos, podas, metales, escombros, suelos de goma, madera, computadoras, en el almacén.

Por esta razón, dijo, ordenó a su personal, según las instrucciones recibidas del técnico municipal, limpiar la zona, indicando que se debía hacer una evaluación de lo que era útil y lo que no lo era, con los trabajadores tomando la decisión final. Al mismo tiempo, indicó que no se encontraba en el lugar cuando se cargaron las palmeras y se llevaron al depósito de chatarra.

El gerente, sin embargo, admitió que el pago por la venta se hizo en efectivo que se le entregó a él, con el cual pagó por aires acondicionados y televisores para ser instalados en los edificios de las cuadrillas de construcción y jardinería. La policía concluyó que también se usó para pagar almuerzos para los empleados.

Se dice que esta práctica ilegal se venía llevando a cabo al menos desde 2019. Otros testigos indicaron que cada vez que se acercaba la Navidad, recibían órdenes de vender metal. La empresa en el polígono industrial afirmó que recibía material de funcionarios del Ayuntamiento cada seis meses.

A su vez, el PP, que presentó la denuncia que llevó a la investigación policial, reveló que otros artículos, también de almacenes en la costa, siguieron una ruta similar hacia depósitos de chatarra, pero hacia otros establecimientos comerciales en la autovía Alicante-Murcia, Almoradí y Los Montesinos.

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